lunes, 24 de marzo de 2014

Realidad o ilusión desde el Amor








Cuando decidimos ingresar a esta realidad estuvimos de acuerdo que dejaríamos atrás el recuerdo de lo que somos, (una chispa salida nada más y nada menos que del Corazón de Dios) por lo tanto, el vernos ahora atrapados en esta matriz, en esta realidad que percibimos, no es algo que nos estén haciendo, fue nuestra voluntad experimentar en estos mundos olvidados del Amor, en estos mundos destinados a la experiencia, en estos mundos laboratorios, en estos planetas escuelas. Si nos situamos en ese punto podremos ver que nadie nos está haciendo nada, que todo ocurre porque nosotros así lo decidimos, estuvimos de acuerdo en perdernos, en perdernos para luego encontrarnos, para volver de nuevo cada uno en su momento al destino del cual una vez, hace ya mucho tiempo salimos.
Recordar esto no es fácil, volver a ese recuerdo solo se logra sino cuando finalmente decidimos que no queremos seguir sufriendo más, cuando por fin comprendemos que este mundo dual, este mundo de separación no puede sino ocasionarnos sufrimiento, da igual lo que experimentemos, da igual lo que decidamos vivir, todo está destinado a causarnos sufrimiento, no porque esa sea su causa real ya que todo está para que podamos experimentar y con la experiencia adquiramos riqueza, adquiramos sabiduría, sino que no puede ser de otro modo mientras sea dual, mientras sea dual, está separado, está separado de Dios. Dios es nada más y nada menos que “Uno, Unidad en todos”, por lo tanto mientras no seamos capaces de ver esa unidad, mientras no podamos ver que “todos somos uno y lo mismo”, mientras no podamos ver a Dios en todos los corazones de todos los seres humanos y en todas las cosas animadas e inanimadas, mientras no reconozcamos a Dios en nuestro corazón y le dejemos Ser, poniendo todo nuestro corazón y nuestra mente al servicio de ese Dios, de ese Dios interno y también de ese Dios externo que no lo es pero que nosotros así podemos llegar a percibirlo, es decir de esa unidad, de esa visión de reconocimiento hacía el Dios que habita en cada corazón humano, que habita en todos y en toda la creación, que podamos ver que nosotros somos principalmente todo eso que creemos ver fuera.
Una vez descubierto a Dios en nuestro corazón y en el corazón de todos, ya no podemos perdernos en el camino de regreso a Él, pero ese camino está compuesto de muchas aristas que deberemos ir puliendo, de muchos obstáculos que todavía nuestra mente reconoce como reales tratando de impedir nuestro avance, todavía emprenderemos ese camino cargados con un equipaje demasiado pesado y que deberemos ir dejando atrás, si nos empeñáramos en seguir cargando con ese peso, eso retrasaría y haría demasiado pesado sin duda nuestro caminar, tanto, tanto que podríamos llegar a desanimarnos en seguir avanzando.
Eso también forma parte del trato, dar todas las vueltas que queramos buscando fuera algo que solo está dentro de nosotros, está amorosamente permitido, buscar, buscar, hasta encontrar nuestro verdadero tesoro interno. Por lo tanto vivir pensando que nuestro mundo es real es lo que hemos estado haciendo todos, o casi todos, excluyendo al Maestro Jesús y algunos iluminados, y así seguiremos hasta que no queramos limpiar las gafas de nuestra percepción para empezar a ver, a sentir algo distinto.
Es una maravillosa aventura, podrá parecernos a veces que algo tan bello pueda parecernos un infierno y para algunos realmente lo es, no me excluyo para nada de esa experiencia pero precisamente por haber estado en esas experiencias es que puedo imaginar que todo se trata de algo no real pero si con un propósito y que todo está diseñado para nuestro bien siempre. Dentro de nuestro corazón vive algo tan hermoso, que si miráramos un poco más hacía dentro y un poco menos hacía fuera podríamos ser capaces de sentirlo, pero como digo todo está amorosamente permitido por cuanto tiempo queramos estar empeñados en experimentar la dualidad.
Reconociendo este mundo dual, como un mundo ilusorio, como un mundo donde poder recordar el Amor que somos, mediante infinitas experiencias, experiencia es = a sabiduría, por muy poco que queramos seguir avanzando siempre la vida va a traernos principalmente porque nosotros mismos la reclamamos de forma inconsciente, va a traernos aquello que es perfecto para que podamos seguir avanzando e ir acumulando más luz en nuestro interior con todas y cada una de las experiencias que se nos regala cada día. Todo está maravillosamente diseñado para que ningún alma, ningún ser pueda perderse nunca, entretenerse todo lo que quiera pero nunca perderse, Dios es demasiado ingenioso para que eso llegara a ocurrir. Él nos deja, a la vez que disfruta con nuestras formas de seguir queriendo ser por tanto tiempo seres dormidos, seres no conscientes de la hermosa realidad que sí es experimentar la unidad con Él, con todos, debe disfrutar un montón con nuestras torpes formas de querer seguir siendo seres inconscientes, disfruta porque no hay pérdida ni siquiera de tiempo, porque el tiempo tampoco es real.
Hacernos conscientes de que nuestro mundo es nuestro, de que nosotros somos los únicos responsables de lo que nos ocurre, principalmente porque con nuestro pensamiento y nuestro sentimiento pero sobre todo con nuestras palabras damos permiso al Universo, a la Vida, a Dios, al Dios de nuestro corazón para que nos traiga todo aquello que no somos capaces de entender, de perdonar, de aceptar, de olvidar, de abrazar, para que con esas experiencias que nos llegan cada día si pueda ocurrir el maravilloso milagro de que podamos transformar todo eso que se nos resiste, en Amor, en luz, en algo mucho más hermoso de lo que en esos momentos estamos percibiendo como real.
Es todo un maravilloso juego pero visto, sentido, percibido desde la inconsciencia se hace algo sin sentido, algo que nos causa sufrimiento, algo que nos impide poner a Dios a trabajar desde nuestro corazón siendo ese Amor incondicional en Acción el que se manifieste aquí y ahora, desde luego nos estamos perdiendo algo mucho más hermoso, mucho más maravilloso que la vida vivida desde la ilusión, en verdad ella es hermosa pero nada comparado con nuestro destino final. Nuestro destino es poner de manifiesto todo lo que somos, todo el Amor que llevamos dentro, cuanto nos cueste será el camino hacía el Amor que nos quede por recorrer, haciéndolo sin miedo ya que la esperanza viaja como inseparable compañera .
Amor Incondicional en Acción.


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