domingo, 20 de julio de 2014

El eterno momento




Todo lo que es, fue y será, siempre es Aquí y Ahora. Es el eterno momento, sin tiempo; lo abarca todo, fuera de el no hay nada, es la vida. Este momento presente, sea cual sea su contenido, es lo único que es real.
El eterno presente es la conciencia de la unidad de todas las cosas, procesos y seres vivos.
Por lo general imaginamos y experimentamos la vida como una cadena de interminables momentos, donde un momento da paso al siguiente. Vivimos creyendo que viajamos del pasado hacía el futuro y que el momento presente es solo el nexo de unión, el punto de encuentro.
Esto es una equivocación fundamental, porque tanto el futuro como el pasado, sencillamente no existen, son solo proyecciones mentales. El tiempo es solo una idea, un pensamiento abstracto, un medio que utilizamos para fines prácticos, (para organizar y entender intelectualmente la vida), lo importante es no confundir el medio con la realidad.
La experiencia solo existe en este único momento en que es sentida, es decir en el momento presente, el aquí y ahora. Aunque esto pueda parecer muy obvio, es una realidad que no admitimos, puesto que normalmente estamos tan ocupados con el pasado y el futuro que ignoramos lo único que realmente importa y existe, el momento presente. Estamos tan ocupados intentando mejorar nuestra vida, que nos olvidamos de vivirla y de este modo vivimos como si nunca fuésemos a morir y morimos como si nunca hubiésemos vivido.
El maestro Eckhart lo describe magistralmente en el siguiente texto: “El tiempo es lo que impide que la luz penetre en nosotros. No hay mayor obstáculo a Dios (conciencia despierta) que el tiempo.
Vivimos en esta equivocación, que nos conduce directamente a la auto frustración y sufrimiento. Sufrimos añorando o lamentándonos del pasado o vivimos en una proyección de un futuro mejor, e incluso podemos tener miedo de lo que nos pueda pasar en ese supuesto futuro. Vivimos sin vivir, en un mundo inventado, y así se nos escapa la plenitud de la vida.
Sin tiempo no hay sufrimiento. Nos hemos perdido en el laberinto de los pensamientos y vivimos recluidos en una cárcel mental.
Las rosas que están bajo mis ventanas no señalan a las rosas anteriores o a rosas mejores; son las que son y existen hoy en Dios (en el Ser). No conocen ningún tiempo.
Las rosas simplemente están ahí, y son en cada instante de su existencia absolutamente perfectas. Pero el ser humano se recuerda y aplaza, no vive en la presencia, mira atrás quejándose sobre el pasado o imaginando (ignorando la abundancia del presente) un futuro mejor. No puede vivir feliz y fuerte, hasta que no aprende a vivir con la naturaleza en la presencia – más allá del tiempo”.
Con este texto, Ralph Waldo Emerson describe perfectamente como nos hemos alejado de lo único que es real.
Cuando comprendemos que solo existe el eterno momento, sin tiempo, donde todo es sanado, el conocimiento de Uno Mismo brota de forma natural desde nuestro interior hacía el mundo, las limitaciones se disuelven y nos damos cuenta que no hay nada detrás o delante de nosotros, solo el infinito y vasto espacio del momento presente.
Somos el momento presente.
Karsten Ramser

sábado, 12 de julio de 2014

Nuevos ojos




En cualquier momento que decidamos dejar de ver las cosas con las gafas que hasta este momento hemos estado mirando y empecemos a reemplazarlas por unas nuevas que nos aclare nuestra visión interna, porque de eso se trata, algo no ha estado funcionando en el modo que hasta ahora hemos tenido de percibir las cosas. Ha estado bien porque nos ha llevado a un mundo que hasta antes de venir a esta realidad era totalmente desconocido para nosotros, pero ya estuvo bien, para todo aquel que quiera dejar de sufrir.
No conozco experiencia que no nos haya llevado de una manera o de otra al sufrimiento por gozosa que esta en un principio haya sido, siempre ha tenido un final no siempre dulce para nosotros, aunque hayamos puesto todo el corazón este siempre ha terminado roto, dolorido, maltratado y en el mejor de los casos siempre nos ha quedado la incertidumbre de no saber qué es lo que nos ha ocurrido, cómo es que hemos podido llegar a ese extremo, si todo tuvo un comienzo tan hermoso.
Estuvo bien todo, lo experimentamos todo, ya haya sido de forma más conscientes o menos conscientes, el registro de esa experiencia quedó para nosotros, nada se desperdició aunque no supiéramos entenderlo todo, al fin y al cabo nuestra vida no nos pertenece, no es nuestra, algo mucho más grande que nuestro pequeño ser humano vive dentro de nosotros y ese es el que experimenta, por él es que estamos en acto de servicio aunque lo hayamos olvidado, llamemos le Dios, Universo, el Ser, la Vida misma, el Tao, eso del nombre no importa, lo que importa es que es todo lo que es, sin importar la definición aunque cada uno tenga sus propias preferencias, todas respetables.
Volver al recuerdo de lo que realmente somos nos capacita para poder llegar a ver con los ojos del Amor, no de este amor pequeño que hasta ahora hemos puesto en acción, no sino de ese Amor tan grande que vive en nuestro interior, ese Amor tan grande que hasta este momento nos ha sostenido para no caer. Un Amor sin límites, que lo abarca todo, pero sobre todo y lo más interesante para nosotros es que nos regresa al recuerdo de nuestra verdadera naturaleza de Luz y Amor.

Se nos hace muy difícil, casi imposible perdidos en nuestras creaciones mentales llegar a pensar ni siquiera por un momento que somos algo tan grande y tan hermoso, todo estuvo planeado para que así fuera, el Gran Espíritu debía hacerse lo más pequeño, tan pequeño que pudiera perderse por eones de tiempo en su propia creación, para poder poner de manifiesto desde ese galimatias mental que es su vida, su propia maestría interna, debía recordar interiormente quién Es y desde ese punto levantarse y tomar las riendas de su vida, su vida interna. Somos seres espirituales viviendo una vida humana y no al revés, seres humanos buscando una experiencia espiritual, eso es lo que todo este gran desorden nos ha llevado a pensar, pero no es cierto, venimos todos del corazón de Dios.... por lo tanto no somos menos que eso.

¡Almas, Espíritus Grandes, levantaos, recordad vuestro origen, poner de manifiesto el gran Amor que sois, tomar de nuevo lo que es vuestro!vuestro para poder corregir vuestra visión interna, visto desde el punto de vista de un ser humano eso sería una tarea que llevaría años, pero sois mucho más que humanos y tenéis la capacidad de poder hacerlo, de otro modo ni siquiera escribiría estas palabras que no me pertenecen porque solo pasan a través mio, como la propia vida que está sucediendonos todo el tiempo ya seamos conscientes de ello o no.
Ser seres espirituales conscientes de vivir una vida humana, una experiencia mental humana nos capacita para poder hacerlo, no es fácil, nadie dijo que lo fuera, pero si es hermoso, levantar tu espíritu, extender los brazos y recibir toda la ayuda que siempre ha estado a nuestro lado para que no cayéramos, abrir los sentidos y recibir ese chorro de energía divina que nos conecta con nuestros verdaderos orígenes.
¡Oh gran pequeño ser humano! Esa vasija tan esplendida, tan hermosa, tan necesaria, tan útil que sin ti la obra de la vida no hubiera podido representarse, bendiciones por todo lo vivido ya sea que recuerdes quién eres o no, todo a su debido tiempo sucederá por sí solo, apenas requerirá esfuerzo, simplemente sucederá.
Eso sí abrir los ojos, ser conscientes, de esa otra realidad es nuestro y de nadie más, levantar tu espíritu y dejar de soñar para empezar de nuevo, da igual el punto en el que nos encontremos en estos momentos, todo es perfecto, solo se requiere del pequeño esfuerzo de abrir los ojos a una conciencia que siempre ha estado ahí esperándonos pacientemente a que termináramos de soñar, y nos seguirá esperando por cuanto tiempo necesitemos para levantarnos y hacernos cargo de los que nos corresponde.
Solo es una propuesta por si te has cansado de ver siempre los mismos resultados aunque sean distintas las experiencias, solo un atisbo de lo hermosa que puede llegar a ser vivir una vida de forma conscientes, conscientes de todo lo que hemos creado con nuestra mente, con las herramientas que nos proporcionó el Creador para que pudiéramos viajar por todas esas nuestras creaciones mentales, nada más, luego si quieres puedes seguir soñando pero soñar una vida donde tu seas el que decides de forma consciente que es lo que quieres experimentar y que no sean otros los que decidan por ti la vida que tienes que vivir pero eso igualmente es tu decisión, o sea tu propia mente la que decida por ti, estuvimos de acuerdo en vivir este sueño y lo estuvimos para respetarnos unos a otros nuestros tiempos, tiempos para volver a recodar lo que somos.
La investigación de los pensamientos de Karsten Ramser es una senda suave para volver a restablecernos como seres divinos, espirituales, dejando de lado todo lo que no es de nuestra naturaleza espiritual, él nos ha compartido las bases para corregir nuestra mente, nuestra forma separada de pensar, para volver a sanar nuestra mente, un mundo mental se corrige corrigiendo nuestra forma de pensar, pensar en cambiar el mundo es muy atrevido, empecemos por transformar nuestra mente y todo poco a poco irá cambiando en favor de todos, nada hay separado de nada, todos somos uno y lo mismo.
Amor Incondicional en Acción


sábado, 5 de julio de 2014

Momento Presente





                                                                    ECKHART TOLLE
                                                               EL PODER DEL AHORA