sábado, 25 de octubre de 2014

SILENCIO Y QUIETUD Eckhart Tolle (El silencio Habla)




SILENCIO Y QUIETUD
Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.
Tu sentido más interno de tí mismo, tu sentido de quién eres, es inseparable de la quietud. Ese es el Yo Soy que es más profundo que el nombre y la forma.
La quietud es tu naturaleza esencial. ¿Qué es la quietud? El espacio interno o conciencia en el que las palabras de esta página son percibidas y se convierten en pensamientos. Sin esa conciencia, no habría percepción, ni pensamientos, ni mundo.
Tú eres esa conciencia, disfrazada de persona.
El equivalente del ruido externo es el ruido interno. El equivalente del silencio externo es la quietud interna.
Cuando quieras que haya silencio a tu alrededor, escúchalo. Esto significa que, simplemente, has de darte cuenta de él. Préstale atención. Escuchar el silencio despierta la dimensión de quietud dentro de tí, porque sólo la quietud te permite ser consciente del silencio.

Observa que en el momento de darte cuenta del silencio que te rodea, no estás pensando. Eres consciente, pero no piensas.
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Cuando te das cuenta del silencio, se produce inmediatamente ese estado de serena alerta interna.
Estás presente. Has salido de miles de años de condicionamiento colectivo humano.
Mira un árbol, una flor, una planta. Deja que tu conciencia descanse en ellos. ¡Qué quietud manifiestan, qué profundamente enraizados están en el Ser! Permite que la naturaleza te enseñe la quietud.
Cuando miras un árbol y percibes su quietud, tú mismo te aquietas. Conectas con él a un nivel muy profundo. Te sientes unido a cualquier cosa que percibes en y a través de la quietud. Sentir tu unidad de ti mismo con todas las cosas es verdadero amor.

El silencio ayuda, pero no es necesario para hallar la quietud. Aunque haya ruido, puedes sintonizar con la quietud subyacente, el espacio en el que surge el ruido. Ese es el espacio interno de pura conciencia, la conciencia misma.
Puedes darte cuenta de que la conciencia es el trasfondo de todas tus percepciones sensoriales, de toda tu actividad mental. Siendo consciente de la conciencia surge la quietud interna.
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Cualquier ruido molesto puede ser tan útil como el silencio. ¿Cómo? Abandonando tu resistencia interna al ruido y permitiendo que sea como es; esa aceptación también te lleva al reino de paz interna que es quietud.
Cuando aceptas profundamente este momento tal como es —tome la forma que tome—, estás sereno, estás en paz.
Presta atención a la pausa: la pausa entre dos pensamientos, al breve y silencioso espacio entre las palabras de una conversación, entre las notas de un piano o de una flauta, o al breve descanso entre la inspiración y la espiración.
Cuando prestas atención a esas pausas, la conciencia de «algo» se convierte simplemente en conciencia. Surge de dentro de tí la dimensión informe de pura conciencia y reemplaza la identificación con la forma.

La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.
¿Es la quietud tan sólo ausencia de ruido y contenido? No; es la inteligencia misma: la conciencia subyacente de la que nace toda forma. ¿Y cómo podría eso estar separado de quien tú eres?
De allí salió la forma que crees ser, y ello es lo que la sustenta.
Es la esencia de todas las galaxias y de las hojas de hierba; de todas las flores, árboles, pájaros, y de todas las demás formas.
La quietud es la única cosa de este mundo que no tiene forma. Pero en
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realidad no es una cosa, y tampoco es de este mundo.
Cuando miras un árbol o un ser humano desde la quietud, ¿quién está mirando? Algo más profundo que la persona. La conciencia está mirando a su creación.
En la Biblia se dice que Dios creó el mundo y vio que era bueno. Eso es lo que ves cuando miras sin pensamiento, desde la quietud.

¿Necesitas más conocimiento? ¿Crees que más información, u ordenadores más rápidos, o más análisis científicos e intelectuales van a salvar al mundo? ¿No es sabiduría lo que más necesita la humanidad en estos momentos?
Pero ¿qué es la sabiduría? ¿Dónde se encuentra? La sabiduría viene cuando uno es capaz de aquietarse. Sólo mira, sólo escucha. No hace falta nada más. Aquietarse, mirar y escuchar activa la inteligencia no conceptual que anida dentro de tí. Deja que la quietud dirija tus palabras y tus acciones.
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Eckhart Tolle (El silencio Habla)




sábado, 18 de octubre de 2014

LA LEY DEL MENOR ESFUERZO Autor: Deepack Chopra





LA LEY DEL MENOR ESFUERZO
Autor: Deepack Chopra

La inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad... con despreocupación, con armonía y con amor.
Y cuando aprovechamos las fuerzas de la armonía, la alegría y el amor creamos éxito y buena fortuna con gran facilidad.

Un ser integral conoce sin viajar, ve sin mirar y realiza sin hacer.Lao-TSE

La cuarta ley espiritual del éxito es la ley del menor esfuerzo.

Esta ley se basa en el hecho de que la inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad y despreocupación. Ése es el principio de la menor acción de la no resistencia. Por consiguiente es el principio de la armonía y el amor. Cuando aprendemos esta lección que nos enseña la naturaleza, satisfacemos con facilidad nuestros deseos.
Si observamos la naturaleza veremos que ella utiliza un esfuerzo mínimo para funcionar. La hierba no tiene que hacer ningún esfuerzo para crecer, sencillamente crece. Los peces no se esfuerzan para nadar, sencillamente nadan. Las flores no hacen ningún esfuerzo para abrirse, sencillamente se abren. Las aves no se esfuerzan para volar, sencillamente vuelan. Ésa es su naturaleza intrínseca.

La Tierra no se esfuerza para girar sobre su eje es su naturaleza girar a velocidad vertiginosa en el espacio. Es la naturaleza de un bebé estar siempre en estado de dicha. Es la naturaleza del sol brillar. Es la naturaleza de las estrellas titilar y destellar. Y es la naturaleza humana hacer que los sueños se conviertan en realidad con facilidad y sin esfuerzo.
En la ciencia védica la filosofía milenaria de la India este principio se conoce como economía de esfuerzo o "hacer menos para lograr más". Al final llegamos al estado en que sin hacer nada lo realizamos todo. Esto significa que una ligera idea puede convertirse en realidad sin esfuerzo alguno. Lo que conocemos normalmente como "milagros" son en realidad manifestaciones de la ley del menor esfuerzo.
La inteligencia de la naturaleza funciona sin esfuerzo, sin resistencia, espontáneamente. No es lineales intuitiva, holística y estimulante. Y cuando estamos en armonía con la naturaleza, cuando estamos seguros del conocimiento de nuestro verdadero yo podemos utilizar la ley del menor esfuerzo.
Es mínimo el esfuerzo que hacemos cuando nuestros actos brotan del amor porque es la energía del amor la que aglutina la naturaleza. Cuando tratamos de conseguir el poder para controlar a los demás gastamos energía.

Cuando buscamos el dinero o el poder para satisfacer al ego, gastamos energía persiguiendo la ilusión de la felicidad en lugar de disfrutar la felicidad del momento. Cuando anhelamos el dinero para beneficio personal únicamente cortamos el flujo de energía hacia nosotros e impedimos la expresión de la inteligencia de la naturaleza.
Pero cuando nuestras actuaciones nacen del amor no hay desperdicio de energía. Cuando nuestros actos brotan del amor la energía se multiplica y se acumula - y el exceso de energía que recogemos y disfrutamos puede canalizarse para crear cualquier cosa que deseemos incluida la riqueza sin límites.
Podemos considerar el cuerpo como un aparato para controlar la energía: puede generar, almacenar y gastar energía. Si sabemos cómo generar, almacenar y gastar la energía de una manera eficiente, podemos crear cualquier cantidad de riqueza. Fijar nuestra atención en el ego consume la mayor parte de la energía. Cuando nuestro punto interno de referencia es el ego, cuando buscamos poder y control sobre los demás o la aprobación del resto del mundo, desperdiciamos nuestra energía.
Sin embargo cuando liberamos esa energía podemos recanalizarla para crear cualquier cosa que deseemos. Cuando nuestro punto interno de referencia es nuestro espíritu cuando nos volvemos inmunes a la crítica y perdemos el temor a los desafíos, podemos aprovechar el poder del amor y utilizar creativamente la energía para vivir la abundancia y la evolución.
En El arte de soñar, don Juan le dice a Carlos Castañeda: "Gastamos la mayor parte de nuestra energía sosteniendo nuestra importancia... Si pudiéramos perder parte de esa importancia nos sucederían dos cosas extraordinarias. Una, liberaríamos la energía que se mantiene atada alimentando la idea ilusoria de nuestra grandeza y dos, nos proveeríamos de suficiente energía para ... vislumbrar la grandeza real del universo".

La ley del menor esfuerzo tiene tres componentes - tres cosas que podemos hacer para poner en funcionamiento este principio de "hacer menos para lograr más".

El primer componente es la aceptación.


Aceptar significa sencillamente contraer un compromiso: "Hoy aceptaré a las personas, las situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se presenten". Eso significa que sabremos que este momento es como debe ser porque todo el universo es como debe ser. Este momento - el que estamos viviendo ahora mismo - es la culminación de todos los momentos que hemos vivido en el pasado. Este momento es, como es, porque todo el universo es como es.

Cuando luchamos contra este momento en realidad luchamos contra todo el universo. En lugar de eso podemos tomar la decisión de no luchar hoy contra todo el universo no luchando contra este momento. Eso significa que nuestra aceptación de este momento es total y completa. Aceptamos las cosas como son no como quisiéramos que fueran en este momento. Es importante comprender esto: podemos desear que las cosas sean diferentes en el futuro pero en este momento debemos aceptarlas como son.
Cuando nos sintamos frustrados o estemos molestos a causa de una persona o una situación, recordemos que nuestra reacción no es contra la persona o la situación-sino contra nuestros sentimientos acerca de esa persona o esa situación. Ésos son nuestros sentimientos y nadie tiene la culpa de ellos.

Cuando reconozcamos y comprendamos esto plenamente, estaremos listos para asumir la responsabilidad de lo que sentimos y para cambiarlo. Y si podemos aceptar las cosas como son, estaremos listos para asumir la responsabilidad de nuestra situación y de todos los sucesos que percibimos como problemas.
Esto nos lleva al segundo componente de la ley del menor esfuerzo:

El segundo componente:la responsabilidad.

¿Qué significa responsabilidad? Significa no culpar a nadie o a nada - ni siquiera a nosotros mismos - de nuestra situación. Una vez aceptado un suceso, un problema o una circunstancia, responsabilidad significa la capacidad de tener una respuesta creativa a la situación tal como es en este momento. En todos los problemas hay un principio de oportunidad y esta conciencia nos permite aprovechar el momento y transformarlo en una situación o una cosa mejor.

Cuando hacemos esto toda situación supuestamente enojosa se convertirá en una oportunidad para crear algo nuevo y bello y todo supuesto torturador o tirano se convertirá en maestro. La realidad es una interpretación. Y si optamos por interpretar la realidad de esta manera tendremos muchos maestros a nuestro alrededor y muchas oportunidades para evolucionar.
Siempre que enfrentemos a un tirano, torturador, maestro, amigo o enemigo (todos son la misma cosa)recordemos: "Este momento es como debe ser". Cualesquiera que sean las relaciones que tengamos en este momento de nuestra vida son precisamente las que necesitamos en este momento.

Hay un significado oculto detrás de todos los acontecimientosy ese significado oculto está trabajando a favor de nuestra evolución.

El tercer componente de la ley del menor esfuerzo es asumir una actitud no defensiva.

Lo que significa que nuestra conciencia abandona su actitud defensiva y nosotros renunciamos a la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que nuestro punto de vista es el correcto.

Si observamos a las personas que nos rodean veremos que ellas pasan el noventa y nueve por ciento del tiempo defendiendo sus puntos de vista. Si sencillamente renunciamos a la necesidad de defender nuestro punto de vista a través de esa renuncia lograremos acceso a una cantidad enorme de energía que anteriormente desperdiciábamos.

Cuando estamos a la defensiva, cuando culpamos a los demás y no aceptamos ni nos rendimos ante el momento, nuestra vida se llena de resistencia. Cada vez que encontremos resistencia reconozcamos que forzar la situación sólo aumentará la resistencia. No es bueno alzarse rígido como un gran roble que se agrieta y sucumbe a la tempestad, al contrario debemos tratar de ser flexibles como la caña que se dobla en la tormenta y sobrevive.
Desistamos completamente de defender nuestro punto de vista. Cuando no hay un punto que defender no puede haber discusión. Si hacemos esto constantemente - si dejamos de luchar y de resistirnos 

- viviremos plenamente el presente, el cual es un regalo.
Alguien me dijo una vez que "el pasado es historia el futuro es un misterio y este momento es un regalo. Por esa razón este momento se denomina «el presente»".

Si abrazamos el presente y nos volvemos uno con él, si nos fusionamos con él, sentiremos un fuego, un brillo una chispa de energía palpitando en cada ser consciente.


A medida que experimentemos este júbilo del espíritu en cada ser vivo, cuando entremos en intimidad con él, la dicha nacerá en nuestro interior y podremos deshacernos de las terribles cargas y molestias de la actitud defensiva, el resentimiento y el rencor. Sólo entonces nos sentiremos despreocupados, festivos, alegres y libres.
En medio de esta libertad alegre y sencilla, sabremos sin duda en nuestro corazón que lo que deseemos estará disponible para nosotros cuando lo deseemos porque nuestro deseo vendrá del nivel de la felicidad y no del nivel de la ansiedad o el temor.
No necesitamos justificarnos, simplemente declaremos nuestro propósito ante nosotros mismos y experimentaremos realización deleite, alegría, libertad y autonomía en todos los momentos de nuestra vida.
Comprometámonos a seguir el camino de la no resistencia.

Ése es el camino a través del cual la inteligencia de la naturaleza se desarrolla espontáneamente, sin resistencia ni esfuerzo.
Cuando alcancemos esa deliciosa combinación de aceptación, responsabilidad e indefensión, sentiremos la facilidad con que fluye la vida.


Si permanecemos abiertos a todos los puntos de vista - no aferrados rígidamente a uno -nuestros sueños y nuestros deseos fluirán con los deseos de la naturaleza.

Entonces podremos liberar nuestros deseos sin apego y después sólo esperar el momento propicio para que florezcan convertidos en realidad.
Podemos estar seguros de que cuando el momento sea el indicado, nuestros deseos se cumplirán.
Ésa es la ley del menor esfuerzo.











domingo, 12 de octubre de 2014

MÁS ALLÁ DE LA MENTE PENSANTE. ECKHART TOLLE






CAPITULO DOS
MÁS ALLÁ DE LA MENTE PENSANTE

La condición humana: perdidos en el pensamiento.
La mayoría de la gente se pasa la vida aprisionada en los confines de sus propios pensamientos. Nunca van más allá de un sentido de identidad estrecho y personalizado, fabricado por la mente y condicionado por el pasado.


En ti, como en cada ser humano, hay una dimensión de conciencia mucho
más profunda que el pensamiento. Es la esencia misma de tu ser. Podemos
llamarla presencia, alerta, conciencia incondicionada. En las antiguas
enseñanzas, es el Cristo interno, o tu naturaleza de Buda.
Hallar esa dimensión te libera, y libera al mundo del sufrimiento que te causas a ti mismo y a los demás cuando sólo conoces el «pequeño yo» fabricado por la mente, que es quien dirige tu vida. El amor, la alegría, la expansión creativa y una paz interna duradera sólo pueden entrar en tu vida a través de esa dimensión de conciencia incondicionada.


Si puedes reconocer, aunque sea de vez en cuando, que los pensamientos
que pasan por tu mente son simples pensamientos, sí puedes ser testigo de tus hábitos mentales y emocionales reactivos cuando se producen, entonces esa dimensión ya está emergiendo en ti como la conciencia en la que ocurren los pensamientos y emociones: el espacio interno intemporal donde se despliegan los contenidos de tu vida.
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La corriente de pensamientos tiene una enorme inercia que puede arrastrarte
fácilmente. Cada pensamiento pretende tener una gran importancia. Quiere captar toda tu atención.
He aquí un ejercicio espiritual que puedes practicar: no te tomes tus
pensamientos demasiado en serio.

Qué fácilmente se queda atrapada la gente en sus prisiones conceptuales.
La mente humana, en su deseo de conocer, entender y controlar, confunde
sus opiniones y puntos de vista con la verdad. Dice: así son las cosas. Tienes que ser más amplio que el pensamiento para darte cuenta de que tu manera de interpretar «tu vida», o la vida o conducta de otra persona, cualquier manera que tengas de juzgar una situación, no es más que un punto de vista, una de las muchas perspectivas posibles. No es más que una cadena de pensamientos. Pero la realidad es una totalidad unificada donde todas las cosas están entrelazadas, donde nada existe en y por sí mismo. El pensamiento fragmenta la realidad, la corta en pedazos y en fragmentos conceptuales.
La mente pensante es una herramienta útil y poderosa, pero también muy limitante cuando se adueña completamente de tu vida, cuando no te das cuenta de que sólo es un pequeño aspecto de la condénela que eres.

La sabiduría no es un producto del pensamiento. El conocer profundo, que es
la sabiduría, surge en el simple acto de prestar toda tu atención a alguien o algo.
La atención es la inteligencia primordial, la conciencia misma. Disuelve las
barreras creadas por el pensamiento conceptual, lo que nos permite reconocer que nada existe en y por sí mismo. Une el perceptor con lo percibido en un campo de conciencia unificado. La sabiduría cura la separación.
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Cuando estás inmerso en el pensamiento compulsivo, estás e vitando lo que es.
Cuando no quieres estar donde estás.
Aquí, Ahora.
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Los dogmas —religiosos, políticos, científicos— surgen de la creencia errónea
de que el pensamiento puede contener y encerrar la realidad o la verdad. Los
dogmas son prisiones conceptuales colectivas. Y lo extraño es que la gente ama
la celda de su prisión porque le da sensación de seguridad, una falsa sensación de «yo sé». 
Nada ha causado más sufrimiento a la humanidad que sus dogmas. Es cierto que cada dogma se viene abajo antes o después, porque su falsedad acaba siendo revelada por la realidad; sin embargo, a menos que el error básico sea visto tal como es, el dogma será reemplazado por otros.


¿Cuál es el error básico? La identificación con el pensamiento.
El despertar espiritual es el despertar del sueño del pensamiento.
El reino de la conciencia es mucho más vasto de lo que el pensamiento puede entender. Cuando dejas de creerte todo lo que piensas, sales del pensamiento y ves con claridad que el pensador no es quien tú eres.
La mente existe en un estado de «nunca tener suficiente», por lo que siempre
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ambiciona más. Cuando te identificas con la mente, te aburres y te inquietas
fácilmente. El aburrimiento significa que la mente tiene hambre de nuevos
estímulos, de más alimento para el pensamiento, y que su hambre no está
siendo satisfecha.
Cuando estás aburrido, puedes satisfacer «hambre mental» leyendo una revista, haciendo una llamada telefónica, poniendo la tele, navegando en Internet, yéndote de compras o —y esto es bastante común— transfiriendo al cuerpo la sensación mental de carencia y la necesidad de querer siempre algo más, satisfaciéndolas brevemente ingiriendo más comida.
O puedes sentirte aburrido e inquieto, y observar la sensación de estar aburrido e inquieto. A medida que vayas dándote cuenta de estas sensaciones, empezará a surgir algún espacio y quietud en torno a ellas. Al principio sólo habrá un poco, pero, conforme crezca la sensación de espacio interno, el aburrimiento empezará a disminuir en intensidad y significado. De modo que incluso el aburrimiento te puede enseñar quién eres y quién no eres.
Descubres que ser «una persona aburrida» no es tu identidad esencial. El aburrimiento, simplemente, es un movimiento interno de la energía condicionada. Tampoco eres una persona enfadada, triste o temerosa. El
aburrimiento, el enfado, la tristeza o el miedo no son «tuyos», no son personales. Son estados de la mente humana. Vienen y van.
Nada de lo que viene y va eres tú.
«Estoy aburrido»; ¿quién sabe esto?
«Estoy enfadado, triste, atemorizado»; ¿quién lo sabe?
Tú eres el conocimiento, no el estado conocido.
Los prejuicios de todo tipo implican que te sientes identificado con la mente
pensante. Significar que ya no ves al otro ser humano, sino únicamente tu propio concepto de ese ser humano. Reducir la riqueza de vida de otro ser humano a un concepto es en sí mismo, una forma de violencia.
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El pensamiento que no está enraizado en la autoconciencia se sirve a si mismo y es disfuncional. El ingenio exento de sabiduría es extremadamente peligroso y destructivo. Constituye el estado habitual de la mayor parte de la humanidad. La expansión del pensamiento por vías científicas y tecnológica aunque no es intrínsecamente bueno ni malo, tan bien se ha vuelto destructivo, porque muy a menudo el proceso mental del que surge no hunde sus raíces en la conciencia.
El paso siguiente en la evolución humana es trascender el pensamiento.
Actualmente es nuestra tarea más urgente. Esto no implica dejar de pensar, sino dejar de identificarse completamente con el pensamiento, dejar de estar poseídos por el pensamiento.
Siente la energía de tu cuerpo interno. El ruido mental se serena y cesa
inmediatamente. Siéntela en tus manos, en tus pies, en tu abdomen, en tu pecho. Siente la vida que eres, la vida que anima el cuerpo.
Entonces el cuerpo se convierte en una puerta, por así decirlo, hacía una sensación de vida más profunda que subyace a las fluctuantes emociones y al pensamiento.

Hay una riqueza de vida en ti que puedes sentir con todo tú Ser, no sólo con
la cabeza. En esa presencia en la que no necesitas pensar, cada célula está viva.
Sin embargo, en ese estado, el pensamiento puede activarse si se le necesita
para alguna finalidad práctica. La mente puede seguir operando, y opera
perfectamente cuando la inteligencia mayor que eres la usa y se expresa a
través de ella.
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Quizá te haya pasado inadvertido que esos breves periodos en los que «eres
consciente sin pensamiento» ya ocurren natural y espontáneamente en tu vida.
Puedes estar realizando alguna actividad manual, o paseando por la habitación, o esperando en el mostrador de la aerolínea, y estar tan completamente presente que el ruido mental de fondo disipa y es reemplazado por la presencia consciente. También puedes estar mirando al cielo o escuchado a alguien sin que surja ningún comentario interno. Tus percepciones se vuelven claras como el cristal, no están empañadas por el pensamiento.
Para la mente, todo esto no es significativo, porque tiene cosas «más
importantes» en que pensar. Además, no es memorable, y por eso te ha pasado inadvertido.
Lo cierto es que es lo más significativo que puede ocurrirte. Es el principio de un cambio desde el pensamiento hacia la presencia consciente.
Siéntete cómodo en el estado de «no saber». Este estado te lleva más allá de la mente, porque la mente siempre está intentando concluir e interpretar. Tiene miedo de no saber. Por eso, cuando puedes sentirte cómodo en el no saber, ya has ido más allá de la mente. De ese estado surge un conocimiento más profundo que es no-conceptual.
Creación artística, deporte, danza, enseñanza, terapia; la maestría en cualquier disciplina implica que la mente pensante o bien ya no participa, o se ha quedado en un discreto segundo plano. Un poder y una inteligencia mayores que tú, aunque en esencia son uno contigo, toman el mando. Ya no hay proceso de toma de decisiones; la acción justa surge espontáneamente, y «tú» no la estás haciendo. La maestría de la vida es lo opuesto del control. Te alineas con la conciencia mayor. Ella actúa, habla y hace los trabajos.
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Un momento de peligro puede producir el cese temporal de la corriente de
pensamientos, permitiéndote degustar lo que significa estar presente, alerta,
consciente.
La Verdad es mucho más omniabarcante de que la mente podrá comprender jamás. Ningún pensamiento puede encerrar y contener la Verdad. En el mejor de los casos, puede indicarla. Por ejemplo puede decir: «Todas las cosas son intrínsecamente una.» Eso es una indicación, no una explicación. Comprender estas palabras significa sentir profundamente dentro de ti la verdad hacia la que apuntan.
El silencio habla.
Eckhart Tolle



sábado, 4 de octubre de 2014

CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA ALBERT ABBAD






"TÚ ERES EL CREADOR DE TU VIDA"

"NUESTROS PENSAMIENTOS Y EMOCIONES TIENEN FUERZA PROPIA PARA CAMBIAR NUESTRA REALIDAD."

"ATRAEMOS LO QUE PENSAMOS Y LO QUE SENTIMOS."

"ENTIENDE QUE OBTENEMOS LO QUE HABLAMOS, HABLA EN POSITIVO, ESTÁS CREANDO TU VIDA CON CADA PALABRA."



CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA
ALBERT ABBAD



"OBSERVA TUS PENSAMIENTOS, PORQUE ELLOS SE CONVERTIRÁN EN PALABRAS."

"OBSERVA TUS PALABRAS PORQUE ELLAS SE CONVERTIRÁN EN ACCIONES."



CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA
ALBERT ABBAD



"OBSERVA TUS ACCIONES, PORQUE ELLAS SE CONVERTIRÁN EN HÁBITOS."

"OBSERVA TUS HÁBITOS PORQUE ELLOS SE CONVERTIRÁN EN TU CARÁCTER."

"OBSERVA TU CARÁCTER PORQUE EL SE CONVERTIRÁ EN TU DESTINO."



CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA
ALBERT ABBAD




"TODO LO QUE SOMOS ES EL RESULTADO DE NUESTROS PENSAMIENTOS.  BUDHA"

"LA IMAGINACIÓN LO ES TODO, ES UNA VISIÓN ANTICIPADA DE LAS ATRACCIONES DE VIDA QUE VENDRÁN.  EINSTEIN"


CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA
ALBERT ABBAD





"TANTO SI CREES QUE PUEDES, COMO SI CREES QUE NO PUEDES,  ESTÁS EN LO CIERTO. HENRI FORD"

"SOLO LO CREES CUANDO LO CREAS Y SOLO CREAS CUANDO LO CREES. CARLOS BURGOS"


CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA
ALBERT ABBAD




"EL QUE PUEDE CAMBIAR SUS PENSAMIENTOS PUEDE CAMBIAR SU DESTINO. STPHEN CRANE"

"POR ENCIMA DE TODO, LO ÚNICO QUE DEBES SANAR ES TU PENSAMIENTO ACTUAL. ACIERTA EN ESTO Y EL PANORAMA COMPLETO CAMBIARÁ A UNO DE ARMONÍA Y ALEGRÍA. ECKHART TOLLE"



CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA


ALBERT ABBAD



"VACÍA TU MENTE DE TODO PENSAMIENTO. DEJA QUE TU CORAZÓN ESTÉ EN PAZ. LAO-TZE"

"NO IMPORTA CUÁNTAS PALABRAS SAGRADAS HAYAS LEÍDO, NO IMPORTA CUÁNTAS HAYAS DICHO, NO SIRVEN DE NADA SINO ACTÚAS DE ACUERDO A ELLAS. BUDHA" 



CAMBIA LA MENTE Y CAMBIARÁ TÚ VIDA


ALBERT ABBAD