sábado, 21 de febrero de 2015

Mística Cotidiana Bert Hellinger EL AMOR. YO SOY COMO TÚ.



EL AMOR
Nota previa
El amor es lo que más nos purifica. Pero, ¿qué amor? El amor del Espíritu. Nos purifica de lo que rechazamos y de aquello con lo que estamos disgustados. Cuando entramos en consonancia con el movimiento del Espíritu, nos movemos asintiendo a todo en la misma medida. De esa manera nos purificamos de nuestros prejuicios y de cualquier juicio de valor o diferenciación que nos lleva a asentir a unos más que a otros, que nos lleva a amar más una cosa que otra. ¿Hacia dónde nos lleva ese amor? Hacia la benevolencia con todos tal como son. Hacia pensamientos benévolos y actos benevolentes. Nos lleva al asentimiento hacia ellos, tal como son.
¿Puede haber algo más puro que esa benevolencia? ¿Hay algo que nos una al movimiento de ese espíritu que pueda ser más puro? ¿Hay algo que nos pueda acercar más a él que ese amor?
Logramos esa purificación paso a paso. Las reflexiones en este capítulo nos llevan a ese camino.


YO SOY COMO TÚ
¿Por qué eres diferente? Porque tienes padres diferentes a los míos, porque vienes de otra familia, porque quizás tengas otras creencias y esperes algo diferente y porque tu familia y tú tenéis un pasado y un futuro diferente. Quizás también estéis expuestos a otras amenazas de las que debáis defenderos y protegeros.
De la misma forma que tú eres diferente para mí, yo también soy diferente para ti. Y aún así nos parecemos. Porque percibo algo similar en mí, puedo empatizar con lo que ocurre en ti. Camino con tu movimiento. Te entiendo, aún sin ser como tú. Me entiendes aún sin ser yo. Siento que soy como tú, y tú sientes que eres como yo.
En la medida en que permanezco en mi espacio de vida y tú en el tuyo, nos es fácil esa comprensión mutua. No hace falta que nos encontremos, ni vivir ni actuar juntos. Pero cuando entro a tu espacio de vida, incluso cuando soy invitado, abandono el mío por un tiempo. Entonces tu espacio se convierte también en el mío. ¿Cómo debo comportarme para que percibas que te respeto a ti y que respeto tu espacio de vida, para que percibas que sé que “Yo también soy como tú”?




Siento como tú. Pienso como tú. Venero lo que tú veneras. Tomo lo que tú me ofreces. Me enriquezco a través de lo que es importante y valioso para ti. ¿Pierdo así algo de mí? Al contrario. Soy más de lo que era.



Mística Cotidiana


Bert Hellinger

No hay comentarios:

Publicar un comentario