sábado, 20 de junio de 2015

"La integración diaria". Dr. SRI K. PARVATHI KUMAR. Curación Espiritual.



2. LA INTEGRACIÓN DIARIA
La teoría del "agarrar y soltar" nos revela que lo que entendemos como sostener al cuerpo es lo que produce que el cuerpo nos tenga prisioneros a nosotros. 
Nosotros
tenemos la impresión de que sostenemos al cuerpo, pero la verdad es que muchas veces es el cuerpo el que nos está sosteniendo a nosotros. Creemos que tenemos bajo control al cuerpo, pero el cuerpo también nos tiene bajo control a nosotros. Solemos estar condicionados por el cuerpo debido sobre todo a nuestra falta de comprensión del funcionamiento del cuerpo y de nuestra relación con él. Todo lo que tenemos, los conceptos, los puntos de vista, las emociones, los deseos, el cuerpo, las relaciones, las propiedades, la familia, etc., pertenece a la Naturaleza.


Nosotros pertenecemos al Alma Universal. Nosotros somos almas individualizadas y tenemos un cuerpo. Como almas, somos partículas del Alma Universal. Nuestros cuerpos son partículas compuestas de la Naturaleza. El Alma Universal y la Naturaleza se desintegran en muchas partículas. En realidad, el Alma permanece integrada, pero debido a la segregación que produce la Naturaleza, da la impresión de ser aparentemente múltiple. Si bien el espacio sigue siendo el mismo al construir una casa de cemento y ladrillo, ese espacio es aparentemente segregado como el espacio interior y el espacio exterior de la casa. Dentro de la casa también está dividido con muchas habitaciones, dándosele un nombre al espacio de cada cuarto, como comedor, salón, dormitorio, cocina, baño, etc. El espacio es segregado por la materia o Naturaleza y así permanece.

Así también somos nosotros segregados aparentemente como almas individuales, como el espacio en las habitaciones de una casa, cuando en realidad y en esencia somos inseparables y parte del Alma Universal. La individualización se debe a nuestra creencia de que somos seres individuales, pues el hecho de creernos que "existimos separadamente" es tan solo una creencia. Puede parecer extraño, pero es cierto. Se trata de un estado en el que el YO Universal es sustituido por el YO individual. Es un estado de separación localizado. Al rededor de esta verdad a la que se ha sustituido se reúnen todas las demás creencias. La creencia del YO SOY individual –la creencia original– hace que creamos que las otras creencias de identidad son nuestras propias, como "mi gente, mi raza, mi nación, mi lengua, mi familia, mis conceptos, mis puntos de vista, mis emociones, mi cuerpo, mi propiedad" y así sucesivamente. 
La creencia original es el nacimiento de un punto y las creencias secundarias son circunferencias alrededor de él. Antes del nacimiento del punto no hay separación. El nacimiento de un punto es de por sí la separación del espacio en un centro. En torno al centro se reúnen otras cualidades. Cuantas más circunscripciones haya, mayor es la separatividad. La separatividad se concretiza según las fuerzas de las creencias secundarias. La individualización se cristaliza y se concretiza casi permanentemente según lo aferrado que uno esté a sus creencias. Cuanto mayor es la creencia en los pensamientos secundarios, mayor es el grado con que uno se aferra. Así también, cada uno de nosotros es también prisionero de sus propias creencias.


Nos aferramos con fuerza a una creencia y entonces esa creencia nos mantiene aferrados también a nosotros de ese modo. Según el grado que tengamos de agarrar los conceptos así nos agarran ellos a nosotros, así somos condicionados por ellos. Estamos constreñidos y restringidos por nuestras creencias secundarias.
Necesitamos quedar libres de lo aferrados que estamos a nuestros pensamientos (o creencias) para damos cuenta de nuestro estado original de liberación. Al caer prisioneros de nuestros propios pensamientos, nos volvemos inquietos durante el día y por lo tanto necesitamos dormir. ¡Los animales no duermen tan profundamente ni tanto como nosotros! Esto es debido a que somos muy inquietos. El origen de esta intranquilidad se remonta a nuestros pensamientos, conceptos, creencias, etc.


Estos son obstáculos para el libre flujo de la energía. Por eso se nos impone el sueño para liberarnos de todo aquello a lo que estamos aferrados. Después de haber dormido bien nos sentimos frescos. Pero ¿cómo adquirimos esa frescura? La adquirimos porque el sueño ha permitido que nos liberemos de nuestras creencias, tanto secundarias como también primarias.
Si nos liberamos conscientemente de las creencias primarias y secundarias, estamos frescos y permanecemos frescos. Los Iniciados son libres. Ellos actúan mediante pensamientos originales y secundarios, pero se recuperan después de cada acción. Los Grandes Iniciados permanecen en ese estado de liberación cuando actúan. Es como actuar con guantes, de modo que nada nos afecta cuando hacemos las cosas. Por eso a un Gran Iniciado se le compara con una gota de rocío sobre un pétalo de loto.


La gota de rocío está sobre el pétalo y sin embargo no está pegada a él. Del mismo modo el Iniciado está en el mundo sin estar apegado a él. Él está en el mundo pero no es del mundo. Este es el estado avanzado de un Iniciado. Los otros Iniciados son aquellos que trabajan (sin guantes) y se restablecen después de haber hecho su trabajo diariamente. Es decir, que mientras trabajan están en el mundo, pero pueden retirarse y volver a su estado original. Ellos conocen el doble sendero de involución y evolución. Ellos pueden entrar y existir. Entran con la ayuda de un pensamiento, actúan y salen dejando ese pensamiento. Se deshacen del pensamiento una vez hecho el trabajo en relación con él. Éste no les da vueltas en la cabeza, y ellos se quedan tan frescos, incluso después de haber hecho el trabajo.

Los no iniciados están nublados por una telaraña de pensamientos. No saben cómo salirse de ella. Están prisioneros en su telaraña. Por eso la Naturaleza les ayuda un momento a través del sueño. Pero hay gente que teje sus telas de araña de pensamiento tan tupidamente que ni siquiera el sueño puede entrar. Esas son las personas que están enfermas sin esperanza.

La sabiduría reside en liberarse uno mismo de sus propias creencias y pensamientos y ponerse de pie como luz en la luz. Entremos en el campo de acción con ayuda del pensamiento, realicemos el trabajo y regresemos, prescindiendo de ese pensamiento.




"Regresar solos" es la palabra clave para actuar diestramente en el mundo.
Cada tarde, cuando regresemos a casa, hemos de dejar los pensamientos relativos al trabajo externo. Al entra en la cama hemos de dejar todos los pensamientos.
Curación Espiritual
Dr. SRI K. PARVATHI KUMAR




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