domingo, 17 de agosto de 2014

En el momento en que te entregues al amor y lo dejes guiarte Exactamente a donde tu alma quiere ir, No tendrás ninguna dificultad. Neale Donald Walsch "En Casa con Dios"



En el momento en que te entregues al amor y lo dejes guiarte
Exactamente a donde tu alma quiere ir,
No tendrás ninguna dificultad.
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Esta es otra de las cosas que has repetido aquí. Veo claramente que quieres que entiendas que no tengo que esperar hasta mi muerte para que ocurra el momento de fusión en la autorrealización, el momento de experimentar mi Unidad con el Todo.
Claro que no. Puedes experimentar esta fusión y esta realización
durante tu vida física. Mucha gente lo hace.
Ya has mencionado la meditación, la oración profunda, algunas disciplinas (yoga, taichi y demás), el baile y los rituales como formas en las que la gente se mueve hacia una mayor armonía y paz y un estado de divina resonancia o unidad. ¿Hay algunos otros “trucos” que puedas compartir?
Entrar en una posición de maravilla y asombro con la vida entera y una simple voluntad de experimentar la completud de eso, un deseo puro y verdadero, es todo lo que se requiere para abrirse a la posibilidad de tales momentos de trascendencia. Mucha gente
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experimenta este disolverse en la Unidad de forma bastante espontánea, en medio de alguna actividad de lo más común. Lavando los platos. Pasando la aspiradora a la moqueta. Lavando el coche.
Vistiendo al bebé. Haciendo una tarea en el trabajo. Conduciendo por la carretera. Duchándose.
De repente, de forma abrupta, sin aviso o causa, hay un sentimiento de “no separación”, una experiencia de unidad con todo. Se siente normalmente por una décima de segundo y después las cosas vuelven a la “normalidad”, pero es una experiencia que uno nunca olvida.
¿Qué debemos hacer si sucede esto? 

Bueno, haz lo que quieras, con tal de que no lo ignores. Para mucha gente su significado a menudo pasa desapercibido o ignorado. Si tienes o has tenido una experiencia semejante, puedes volver a ella con la memoria y recapturar mucho de lo que sentiste que fue experimentando allí.
Puedes usarla como un punto de partida, un lugar desde donde despegar, hacia experiencias más largas.
Hay gente que es capaz de entrar en esta experiencia de Unidad a
voluntad y hay quienes permanecen en ella durante largos períodos de tiempo. Algunos permanecen en ella durante el resto de su vida. Es simplemente una cuestión de enfocarse o de centrar la presencia
entera.
¿Centrar la presencia entera?
Bueno, nos vamos a encontrar de nuevo con el problema de las palabras. Es muy difícil describir ciertas experiencias usando la limitación de las palabras. Es por eso por lo que te he animado a que te formes imágenes siempre que puedas. Incluso aunque las imágenes en tu mente sean metáforas, a menudo te llevarán más cerca de la sensación de “saber” de lo que puedan hacerlo las palabras.
Con centrar la presencia entera me refiero a esas veces en que estás enteramente presente en el momento que está ocurriendo ahora mismo en tu vida; cuando no hay una sola parte de tu cuerpo, mente o espíritu que esté “en algún otro lado”. Esto ocurre rara vez para la mayoría de la gente, pero puede ocurrir, y la gente con una voluntad verdadera puede hacer que ocurra regularmente.
Puedes, con determinación, sacar tu mente de todo lo demás y traerla a este momento ahora mismo. Algunos de ustedes llaman a esto experiencia de estar “centrado” o plenamente “presente”.
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Ram Dass escribió un libro sobre esto titulado Aquí y ahora. Y está la
contribución más reciente de Eckhart Tolle, El Poder y Ahora.
Una forma de alcanzar este estado de ser es mirarte a los ojos en tu espejo. Esto es una herramienta engañosamente simple e increíblemente poderosa.
El truco es no detenerse si este mirar profundo se vuelve incómodo.
Si eres capaz de mantener tu propia mirada más de diez segundo, empezarás a sentir tal compasión y amor por ti mismo que casi no sabrás qué hacer con este sentimiento. Te podría resultar muy difícil albergar este sentimiento si no estás acostumbrado a amarte a ti mismo; y la mayoría de la gente, tristemente, no lo está. Simplemente estate con el sentimiento y abrázalo.
Continúa mirándote a los ojos más y más profundamente. Si usas un espejo de mano, puedes estar sentado cuando haces esto. Ahora, de pronto, después de mirarte profundamente a los ojos, y quédate con el sentimiento que sigue. Muy a menudo te sentirás fusionado con la Esencia. Esto podría durar sólo un momento…o el resto del día.
Si tienes un compañero de vida o un amigo al que sientas muy cercano, puedes también intentar una variación de este proceso y mirar profundamente a los ojos del otro. Otra vez, no desvíes la mirada, incluso si este mirar profundo se vuelve incómodo. Pronto pasará, disolviéndose en una suavidad y un resplandor interior a medida que sientas que te fusionas con el Ser del Otro.
Lo que ves cuando miras profundamente a los ojos de ti mismo o de otro es el alma. Los ojos son las ventanas del alma.
Quizás recuerdes que anteriormente dije que si miras a alguien a los ojos, o si te miras a ti mismo a los ojos, y esperas ver ahí a Dios, lo verás. Si no, no lo verás. En cualquier caso, sin embargo, te volverás completamente presente. Y volverse completamente al Aquí y al Ahora es una forma muy efectiva de deshacerse de las distracciones y las divagaciones de la mente y llevarte a ti mismo a una experiencia mucho más elevada de la vida que estás viviendo.
No puedes mirar a los ojos a cualquier criatura viviendo sin volverte plenamente presente. Eso incluye a tu perro, a tu gato, incluso a un animal salvaje –un león o un tigre o un oso- y mira si no te sientes completamente presente.

Cuando te vuelves plenamente presente de esta forma con otro ser
vivo, puedes perfectamente empezar a amarlo. La gente se enamora de sus animales domésticos, y este sentimiento es muy real.
Es especialmente difícil mirar a otro ser humano a los ojos durante cualquier período de tiempo sin empezar a enamorarse. Es por eso por lo que las personas desvían la mirada unas de otras tan rápidamente.
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No se atreven a mirarse directamente a los ojos por mucho tiempo. El amor que seguirá las abrumará. Sin embargo, es porque no saben qué hacer con ese amor aquello por lo que se abruman.
En el momento en que te entregues al amor y lo dejes guiarte exactamente a donde tu alma quiere ir, no tendrás ninguna dificultad.
Toda la lucha cesará entonces y conocerás la Unidad.


Esto es lo que pasa en el Momento de la Fusión. Esto es lo que
ocurre en el tiempo de la Total Inmersión con la Esencia. Es una forma muy sanadora de empezar el día… o de terminarlo.
O de terminar una vida, me parece.
O sea, estás diciendo, ¿verdad?, que alguna gente puede experimentar esta fusión, este disolverse en la Unidad, durante su vida física pero que toda la gente experimenta esto en el momento de su muerte? ¿Lo entendí bien?
Lo entendiste muy bien. Nadie está excluido, nadie está
descalificado, nadie es relegado.
¿Qué pasa con aquellos que no creen que suceda?
La creencia no crea tu experiencia después de la segunda etapa de la muerte.
¿Qué la crea?
El deseo.
Uau.
Uau, uau, triple uau.
Las tres etapas de la muerte están diseñadas para hacerte pasar, suavemente y tan rápido como quieras moverte, a través del proceso de reidentificación.
En la segunda etapa de la muerte todavía te identificas con tu mente y por eso tu experiencia está dictada por lo que está en tu mente. Tus creencias crean tu experiencia.
Una vez que abandonas esta identidad, tu experiencia es creada no por lo que crees, sino por lo que deseas. Este es el principio de tu experiencia llamada cielo.
Estos tres estados de la muerte que he descrito ya varias veces, puedes experimentarlos incluso cuando estás vivo.
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Espera un momento. Sé que has dicho que podía experimentar el Momento de Fusión mientras estoy vivo, pero no había oído que dijeras esto.
Estamos hablando de la misma cosa. Estamos hablando de la muerte de la idea de separación. Eso es lo que pasa en el momento de tu muerte física, y puede ocurrir en cualquier momento.
Las tres etapas de la muerte son simplemente los Tres Pasos de
Reidentificación . Estos son:
1. Liberarse de la identificación con el cuerpo.
2. Liberarse de la identificación con la mente.
3. Liberarse de la identificación con el alma.
Pero, si no nos estamos identificando con ninguno de esos aspectos de nosotros mismos, ¿con qué nos estamos identificando?
Con nada.

¿Con nada? ¿No nos estamos identificando con nada en absoluto?
Con nada en particular.
Tan pronto como piensas que eres algo o que no lo eres, entonces
empiezas a imaginarte a ti mismo como algo limitado. Sin embargo, la Esencia no es de ningún modo limitada. En el Momento de Fusión te identificas con el Todo, lo que significa que no te identificas con nada en particular. Con nada en absoluto.
Buda entendió esto perfectamente, y lo consiguió. Muchos
maestros lo han conseguido. La mayoría de la gente no lo consigue durante su vida. Todas las almas consiguen esto cuando se mueren.
Para eso existe la muerte.
Entonces esto no es algo que podría suceder; sino algo que realmente sucede, para todos cuando dejan su cuerpo.
Sí. Y la tercera etapa de la muerte te encuentras con la maravillosa perfección de quien eres, visto a través de los ojos de Dios.
Eso suena maravilloso. Simplemente…maravilloso.
Y no habrás visto nada todavía. Esta fusión con la Esencia
no es el final del asunto. De hecho, es justamente lo
contrario. Es el principio.
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Extracto del libro "En Casa con Dios "
Neale Donald Walsch














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