En
cualquier punto en que nos encontremos ahora, ese será el correcto, el
perfecto para seguir con nuestra evolución, ya sea que lo hagamos de
forma consciente o sin percatarnos de ello, pero la vida en su
infinita sabiduría siempre nos dará aquello que si va a impulsarnos
un paso más hacía adelante, ella no se detiene nunca.
Con
lo cual si nos relajamos y fluimos con la vida, con lo que ella nos
trae, sin oponernos, sin crear resistencia alguna, nuestro avance
será más suave y podremos disfrutar del recorrido deteniéndonos a
observar el hermoso paisaje que se despliega ante nuestros ojos.
Podremos
observar que dentro y fuera de nosotros es lo mismo, que no existe
diferencia alguna entre dentro y fuera, que todo es uno, que lo de
fuera es un hermoso reflejo de lo que existe dentro, ya sea que
miremos un hermoso lago, o nos detengamos a observar qué es eso que
siento cuando mi vista lo contempla.
O
pasas de largo sin verlo, quizás estás en el pasado, quizás estás
en el futuro, pero si estás en el presente no podrás dejar de ser
consciente de su hermosura, al igual que no podrás dejar de ser
consciente de lo que esa hermosura está haciendo que sientas al
contemplarlo, y en ese punto lo de fuera y lo de dentro son uno solo,
no hay diferencia.
Quizás
lo que la frescura y la hermosura del momento presente nos trae es
percibir que no estamos separados del resto, ya sea naturaleza, ya
sea la vida animal, ya sean nuestros hermanos.
Somos
diferentes manifestaciones de un un solo Dios, dispersados por el
universo, cada uno en su punto de retorno al recuerdo de lo que
somos, porque no hay escapatoria posible, nuestro maravilloso destino
es volver a casa, eso si cada uno decidirá cuando quiere volver a
percibir la realidad que siempre ha estado ahí delante de nuestros ojos, la vida siempre te
impulsará en ese sentido porque nos ama demasiado, pero siempre nos
dará aquello que nosotros le reclamemos con insistencia para que
podamos experimentarlo y llenarnos de la luz que estamos solicitando
en ese preciso momento para seguir evolucionando, recordando, siendo consciente de haber llegado a casa.
Amor Incondicional en Acción
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