POR ENCIMA DE LOS ÁNGELES
Ser parte de la humanidad es
una experiencia sagrada, porque ello significa experimentar
plenamente a Dios.
CADA
UNO DE VOSOTROS ES REALMENTE ALGO ESPLENDIDO. Porque sois volátiles,
creativos, únicos, y de hecho divinos. Aunque se os ha enseñado
que sois criaturas miserables, lo que realmente importa es cómo se
os reconoce en el entendimiento llamado vida. Y es ese entendimiento
se os conoce como los amados del Dios el Padre, pues vosotros sois
parte eterna de la Mente de Dios. Aún tenéis que daros cuenta de
lo preciosos que realmente sois, pero ya lo haréis.
Lo
que tú eres para mí, es un amado hermano ~ y no sólo para mí sino
para todas las entidades, visibles o invisibles, en todos los
universos y en todos los niveles de la vida. Porque todos estamos
unidas a través de la gracia, la inteligencia, y mucho más a
través del amor que se llama Dios, el maravilloso pensamiento que te
sustenta y mantiene durante toda la eternidad, sin reparar en todos
tus exorbitantes esfuerzos.
Vosotros
sois un tesoro mucho más grande de lo que creéis, porque si quiera
sin uno de vosotros, la vida, los universos y las estructuras
moleculares nunca habrían existido. Por vosotros y a
causa vuestra, la vida se ha
convertido en una manifestación exuberante de la inteligencia, del
drama, por así decirlo, del continuo devenir de los modelos del
pensamiento hasta el brillante colorido de la realidad. Vosotros
sois preciosos, verdaderamente, porque al margen de lo que penséis
sobre vosotros mismo, os habéis sumado a la espectacular
manifestación de todo lo que existe.
Sois espléndidos, pues mirad a la
multitud que formáis la humanidad. Aún con la similitud de
vuestros semblantes, no hay ninguno de vosotros que sea igual a otro.
Sois como las flores de un magnífico jardín, cuyas semillas se
polinizan y crean nuevas flores que son incluso más hermosas y
exuberantes en sus profundos matices. Cada uno de vosotros es
hermoso y al mismo tiempo diferente. Porque cada cual es Dios
expresándose a través de la originalidad de sus propios diseños y
voluntad creativa.
Todos vosotros fuisteis una vez
chispa de pensamiento, emanando luz, que os convertisteis en el
devenir de Dios, en la continuidad de la eternidad. Con el propósito
de erigir un reino más grande para la exploración, diseñasteis,
con gran cuidado y mucha experimentación, cuerpos de materia, o si
lo preferís, de pensamiento coagulado. A través de vuestros
cuerpos fuisteis capaces de expresaros sobre otro plano de
existencia, y así explorar la totalidad de los patrones del
pensamiento, o sea, Dios. Así, en vuestras aventuras hacia la
creatividad infinita, vosotros, que fuerais una vez sin forma, os
habéis transformado en la materia celular llamada humanidad.
Gracias a esto, os convertisteis en Dios-hombre: La inteligencia
llamada Mente de Dios expresándose a través del organismo viviente
llamado hombre.
Como
humanidad, sois una inteligencia extraordinaria, no sólo habéis
dado a vuestra propia estructura celular el aliento de la vida y los
instintos para la supervivencia, sino que, por divinos propósitos
habéis integrado vuestra suprema inteligencia con la materia del
cuerpo con el fin de refinarlo y hacerlo evolucionar. Mediante
vuestro diseño de una ciencia de la evolución, habéis evolucionado
desde lo que se llama Neanderthal
hasta lo que se llama Humanidad Homo Sapiens. Es así como ha
evolucionado la humanidad en este plano ~ tras muchos eones de tiempo
y mucha experimentación, mucha evolución y muchos traumas ~ hasta
convertirse en las entidades erectas que ahora se sientan frente a
mí.
Todos
vosotros estáis aquí, en lo que se llama el plano de la
demostración, para demostrar el poder de vuestra propia inteligencia
creativa sobre este nivel de la vida ~ el cual es un gran
nivel. Porque aquí, el pensamiento, vuestro amado Padre, existe en
todas las formas de su manifestación ~ desde la luz, hasta la
densidad de la materia.
¿Sabéis
que la inteligencia se desarrolla en todas partes? Realmente lo
hace. Pero aquí, en este lugar vuestro llamado Tierra, es donde la
humanidad, el matrimonio entre pensamiento y materia, está en la
cumbre de su evolución.
Vosotros,
la humanidad, ¿Os creéis inferiores? ¿Creéis que sois menos que
los que viven en lo invisible? Estáis en una gran aventura hacia el
entendimiento de la totalidad
de vuestro eterno proceso del pensamiento. Sin convertiros en Dios
en la forma llamada humanidad, nunca podríais llegar a la conclusión
de lo que Dios es. Nadie podría, porque el reino de Dios es una
expansión ~ desde la luz, al electrum, a la materia, hasta la forma.
Así, Dios no es sólo la frecuencia más alta del pensamiento;
también es la más densa, y la más baja frecuencia del mismo,
llamado materia bruta.
Sólo
cuando llegáis a ser la humanidad expresáis lo que el Padre es en
todas las formas de pensamiento. Porque al ser Dios-hombre,
Dios-mujer, no sólo sois pensamiento, emoción y deseo
evolucionando, sino que sois luz, electrum y materia en la forma
llamada carne y hueso. Nadie expresa la totalidad del reino de Dios
hasta que se convierte en Dios en la forma llamada hombre.
Para
entender la totalidad de vuestro proceso de pensamiento ~ para
entender la totalidad de quién y qué sois ~ del Dios que sois,
debéis ser lo suficientemente flexibles, y quereros lo suficiente,
como para embarcaros sobre todos los planos de existencia, incluyendo
éste. Una vez que hayáis vivido y os hayáis expresado en el plano
de la materia solidificada, tendréis una comprensión de Dios en la
forma llamada materia.
Aquéllos
que aún deben convertirse en Dios-hombre no tienen la completa
experiencia de Dios en la que reflejarse para ganar la sabiduría y
la comprensión de la vida. Sólo aquéllos que viajan a este plano,
para convertirse en parte de su esplendor ~ y así evolucionar para
mover montañas, y crear colores y monumentos de dignidad ~ sólo
ellos entienden la complejidad del amor, del gozo, y la creación.
Sólo esos viajeros, que sois vosotros son los únicos que han ganado
la compresión del ser eterno y el deseo de alcanzarlo ~ porque ellos
son quienes crean
infinitamente y durante toda la vida. Pues mientras haya un plano de
materia, ello permitirá la continuidad de la vida hacia la
creatividad infinita. Así, ser hombre o mujer, ser el colectivo de
la humanidad, es de hecho un privilegio; un honor. Es
verdaderamente, vida divina.
Existen
unos seres a los que habéis denominado “ángeles”. Y muchos de
vosotros deseáis ser esa criatura divina. Pero hay algo que está
oculto en ser un ángel, y es que ellos no poseen balance en su
razonamiento, porque aún tienen que vivir como hombres. Ellos son
simplemente energía, dioses que algún día se
convertirán en Dios-hombre. Pero
ellos no sienten pena ni compasión por la humanidad. ¿Cómo
podría, alguien que vive en lo invisible, entenderos completamente
hasta que no haya sido lo que sois? La humanidad está mucho más
avanzada que los ángeles porque ellos no tienen el entendimiento de
Dios viviendo en forma limitada llamada hombre; así ellos están
limitados en su entendimiento de la humanidad, de sus alegrías y sus
penas.
Yo
os digo que ser una parte de la humanidad es una experiencia sagrada,
porque ello significa experimentar plenamente
a Dios. Sólo al convertiros en la
humanidad habéis recorrido la jornada hasta los perímetros que
abarcan la totalidad del reino de los cielos.
Por
ello, vosotros no os habéis degradado al convertiros en la
humanidad. Debéis entender ésto. Porque si no sois parte de la
humanidad, nunca podréis entrar totalmente en el reino de los
cielos. ¿Cómo podéis ascender a los cielos, si nunca habéis
descendido a la vida?
Vale
la pena, es digno, y es sabio
convertirse en hombre para poder entender este fuego
que vive dentro de vosotros llamado Dios Todopoderoso. Toda la vida
se compone de este fuego; y experimentarlo a través de la suprema
inteligencia de la materia bruta ~ la humanidad ~ os permite la
completa visión de lo que Dios es. Y cuando hayáis entendido
completamente todo lo que Dios es ~ espacio interno y externo,
materia, carne y hueso, amor, alegría y tristeza ~ entonces, seréis
todo lo que el Padre es.
Ahora,
la razón por la cual estáis en este plano, es para continuar la
exploración de Dios a través de la densidad del cuerpo en el que
estáis viviendo. Aquéllo que sustenta vuestra evolución creativa
es la vida, la misma fuerza vital que mantiene al átomo en su esfera
y a vuestra tierra en el espacio. Y esta fuerza vital tiene un
principio universal: Evolucionar siempre, transformarse y ampliarse.
El propósito de vuestra vida siempre ha sido experimentarla y
aprender de ella, para así refinar e integrar lo que habéis
aprendido al principio llamado vida.
Esto
que vosotros estáis viviendo se llama “creación”. Vosotros
estáis jugando con pensamiento creativo y expresándolo a través de
la materia por el propósito de adquirir sabiduría y entendimiento,
para así identificar el gran misterio que sois. Sin embargo, todo
lo de este plano es una gran ilusión. Todo el mundo cree que el
plano tridimensional es la realidad. Pero no lo es. Todos los
juegos de la humanidad son ilusiones, son sueños, porque esta
realidad puede borrarse. El mundo real es el que yace dentro de
vosotros: el encuentro con la emoción cada momento que sentís. El
mundo real existe sólo a partir de la emoción, y esta no es
gobernada por la lógica, sino por el amor
al movimiento.
Este
mundo que vosotros llamáis “realidad” nunca existiría si no
tuvierais los ojos para percibirlo a través de la emoción que se
mueve dentro de vuestra alma, ya que entonces sería algo
inexistente. Todo lo que hay en este paraíso de materia fue creado
simplemente para evocar emoción dentro de las almas de aquéllos que
participaban en esta maravilla de la creatividad. ¿Para qué? Para
ganar el mayor premio de la vida, llamado sabiduría. Y la sabiduría
no es un entendimiento intelectual;
es, de hecho, un entendimiento emocional,
adquirido con la experiencia.
La
vida, este gran escenario, es vuestro reino. Es la plataforma sobre
la cual creáis vuestras ilusiones. Este maravilloso escenario os
permite la oportunidad de soñar, y dar existencia, a cualquier
realidad que deseéis. Porque el Dios que todos vosotros sois tiene
la libertad ilimitada de soñar cualquier pensamiento, sentir la
emoción y convertir ese sueño en realidad ~ y del mismo modo
cambiarlo todo en cualquier momento.
La
razón de la vida en un plano de densidad es
probar a todo aquél que se embarca
en él ~ y esto es una experiencia exclusiva para la humanidad ~ que
a cada vuelta del pensamiento envuelto en la emoción, le sigue la
realidad. Y cuando ese entendimiento es asimilado, cuando ese
increíble poder de creatividad es reconocido, acelera un proceso de
alineación dentro de vosotros por el cual sabéis
que sois Dios. Sin la experiencia humana, nunca podríais saber
ésto.
Esta
vida es para que la abracéis. Es rica, y está llena del fervor, de
la aventura y el desafío. Provee todo a vuestro alrededor, puertas
abiertas y oportunidades para que evolucionéis o involucioneis y así
lleguéis a transformaros. ¿Transformaros en qué? En la
culminación de todas vuestras experiencias, que os confirmarán
simplemente, que sois Dios, porque sólo un Dios tiene la habilidad
de crear monumentos en materia que testifiquen su propia gloria.
Vosotros
debéis ser alabados por ser Dios-hombre y Dios-mujer porque sólo
cuando Dios ¡se transforma en hombre puede crearse y evolucionar la
vida sobre este plano. Vosotros sois espléndidos, verdaderamente.
Sois más poderosos de lo que os creéis, porque con cada emoción,
con cada pensamiento, creáis vida. De vosotros depende el dar
presencia a la vida, y mantener la vida futura, no de aquéllos que
están en lo invisible. Ellos perduran siempre dentro de su propio
entendimiento. Pero, ¿quién sostiene este reino material que es la
esmeralda de todos los reinos? Vosotros ~ con vuestra manera de
pensar y de abrazarlo.
Vosotros
sois quienes dais autenticidad a todas las cosas. Sois vosotros los
encargados de añadir a la plataforma llamada vida, quienes exaltáis
y glorificáis este reino de Dios. Vosotros no sabéis esto, porque
siempre habéis pensado que erais un poco menos que los ángeles.
¡En absoluto! Vosotros aún no lo sabéis, pero lo sabréis.
Porque pronto vida, arco iris, colores y luces servirán para
recordaros lo que realmente sois. Se llamará la Era
de la iluminación. Y en este
tiempo, ¿en qué se habrá convertido la vida aquí? Será
entendida como una experiencia necesaria para que cada uno se
desdoble en la realización de que él es, de hecho, una parte de la
Mente de Dios. Una vez que sepáis ésto, ¿qué aventuras os
esperan? Entonces tendréis toda la eternidad par jugar con ella,
tendréis toda la infinitud del pensamiento par reevaluar y recrear
los elementos ~ la materia, el tiempo, el espacio, la distancia …
vosotros.
Vosotros
sois verdaderamente maravillosos, porque iniciasteis una larga
jornada hacia esta esfera para convertiros en lo que ahora sois. Y
esa jornada ha tenido el propósito de conocer a Dios en su totalidad
~ desde el pensamiento, hasta la luz, la división del electrum y la
materia sólida de este plano. Todos vosotros hicisteis la jornada,
y eso no solamente es algo espléndido, sino también atrevido,
porque existe un riesgo en ella. Existe una gran probabilidad, a
través de la transfiguración del gran yo inmortal hasta el plano
material, de perder la identidad de uno, y quedarse atrapado
totalmente en la supervivencia. Y ¡He aquí! Éso es lo que le ha
sucedido a la mayoría de la humanidad.
¿Sabéis
por qué os habéis aventurado a escuchar a este gran enigma que soy?
Porque sabéis que lo que os acabo de decir es verdad, y estáis
buscando el camino que os conduzca de nuevo al primer conocimiento
divino que puso todo esto en marcha. Dentro, muy dentro de vosotros
sabéis
que sois algo más que materia colectiva, que sois algo más que
carne y hueso; sabéis que sois realmente divinos ~ y lo sois.
Estáis aquí para daros cuenta de ésto, para abrazar el principio
divino que sois, y encontrar que dentro de vosotros existe el
principio de la luz,
el aliento del pensamiento que os dio la vida en el principio.
Mis
queridos maestros, vosotros le disteis la vida al viento. Vosotros
le disteis al sol la razón para estar donde está. Vosotros le
disteis permiso a las nubes de tormenta par armar su fuerza y
alimentar y aplacar la sed de la Tierra. No sabéis esto porque
siempre os habéis considerado menos que el amor por la vida que Dios
realmente es. Yo os adoro, porque he sido como vosotros. He vivido
vuestras ilusiones, y he realizado vuestros sueños. Y a donde yo
fui también iréis vosotros cuando llegue la hora. Pero nunca
debéis llegar ahí sin antes haber abrazado
esta vida y a Dios a través de vosotros mismos.
Yo os saludo desde lo más
profundo de mi ser. Todos vosotros sois verdaderamente grandes.
Vosotros sois, de hecho, amados, sois necesitados y sois apreciados.
Vosotros sois la razón del siempre jamás. Sois, de hecho, la razón
misma de la vida.
RAMTHA
AL DIOS QUE VIVE DENTRO DE TI
AL DIOS QUE VIVE DENTRO DE TI
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