Como
practicar el Ho’oponopono Auto-Identidad
Aquí
entenderá por que el intelecto no dispone de los recursos para
resolver problemas, él solo puede manejarlos. Y manejar no resuelve
problemas. Al hacer el Ho’oponopono usted pide a Dios, a la
Divinidad, que limpie, y purifique el origen de estos problemas, que
son los recuerdos, las memorias. Usted así neutraliza la energía
que usted asocia a determinada persona, lugar o cosa.
En
el proceso esta energía es liberada y transmutada en pura luz por la
Divinidad. Y dentro de usted el espacio vaciado es llenado por la luz
de la Divinidad. Por lo que, en el Ho’oponopono no hay culpa, no es
necesario revivir ningún sufrimiento, no importa saber el porqué
del problema, de quién es la culpa, ni su origen. En el momento que
usted nota dentro de sí algo incómodo en relación a una persona,
lugar, acontecimiento o cosa, inicie el proceso de limpieza, pida a
Dios:
“Divinidad
limpia en mí lo que está contribuyendo para este problema.”
Entonces
use las frases de esta secuencia:
“Lo
siento mucho. Perdóname. Te amo. Estoy agradecido”, varias
veces, usted puede destacar solo alguna de ellas que le llegue mas en
aquél momento y repetirla. Deje a su intuición guiarle. Cuando
usted dice “Lo siento mucho” usted reconoce que algo (no
importa saber el qué) penetró en su sistema cuerpo/mente. Usted
quiere el perdón interior por lo que le trajo aquello. Al decir
“Perdóname” usted no está pidiendo a Dios que le
perdone, usted está pidiendo a Dios que le ayude a perdonarse.
“Te amo” transmuta la energía bloqueada (que es el problema)
en energía fluyendo, le vuelve a unir al Divino. “Gracias” o
“Estoy agradecido” es su expresión de gratitud, su fe en que
todo será resuelto para el bien mayor de todos los involucrados. A
partir de este momento lo que suceda después es determinado por la
Divinidad, usted puede ser inspirado a hacer alguna acción,
cualquiera que sea, o no. Si continuase dudando, persista en el
proceso de limpieza y después, cuando estés completamente limpio,
obtendrás la respuesta.
Recuerde
siempre que lo que usted ve de errado en el prójimo también existe
en usted, todos somos Uno, por tanto toda cura es auto-cura. En la
medida en que usted mejora el mundo también mejora. Asuma esta
responsabilidad. Nadie más necesita hacer este proceso, solo usted.
No
existe ninguna regla en relación al orden de las frases. Use la
secuencia con la cual se sienta mejor, la que esté mas en sintonía
con su momento. Puede usar una o dos, generalmente solo “Te amo”
ya resuelve. El aspecto principal es que estamos aprendiendo a
relacionarnos con nuestra Mente Subconsciente, conocida en la
tradición hawaiana como el Unihipilli. Él es responsable de las
memorias, él las recibe y almacena, repitiéndolas conforme su
programación. Es a él al que debemos aprender a amar, pidiendo
perdón por la falta de consideración y comunicación.
Existen
detalles sobre sus características que no es necesario que sean
abordadas aquí, pero son explicadas e ilustradas mas adelante en un
texto del Dr. Len. Lo importante es saber que nos integramos con
nuestra Mente Subconsciente al pedir a la Divinidad que limpie las
memorias que se repiten, que generan los conflictos, los problemas,
los bloqueos de energía, que resultan en dolencias, psíquicas y
físicas.
Piense
las frases en todos los momentos de su día a día, esto lo
mantendrá con una actitud vibrante de bienestar y comprensión, en
relación a cualquier cosa que se manifieste para usted. Antes de
salir de casa, pida a Dios que: “Limpie lo que hay en usted o que
pueda ser la causa de algún conflicto o problema en el camino del
trabajo”, (por ejemplo).
Durante
su día, al sentir cualquier malestar, o sentimiento ruin, que le
traiga algún recuerdo, o no, únase a ese sentimiento “ruin” y
pida a Dios que limpie las memorias que lo están generando. Una
frase muy útil es pensada así:
¡Estoy
agradecido por la oportunidad de liberaros a vosotras y a mí!”.
Siga
con las frases (o frase) por el tiempo que quiera. El cambio es
notable.
En
situaciones difíciles, donde usted puede sentirse desamparado (o
desamparada), cuando sus emociones están en desequilibrio y los
pensamientos fluyen desordenadamente generando más aflicción, haga
la oración de Morrnah. Oración que abarca a todo y todos, en un
verdadero bálsamo espiritual:
“Divino
Creador, padre, madre, hijo todos en uno...
Si
yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendieron, a tu familia,
parientes y antepasados en pensamientos, palabras, hechos y acciones
desde el inicio de nuestra creación hasta el presente, nosotros
pedimos tu perdón...
Deja
que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las memorias,
bloqueos, energías y vibraciones negativas y transmuta estas
energías indeseables en pura luz...
Y
así se ha hecho”.
Ho’oponopono
– E-Book
www.hooponopono.com.br
No hay comentarios:
Publicar un comentario