EL
PODER DE LA PAZ
LAS
PERSONAS NECESITAN PAZ, tanto como necesitan comida y abrigo. Algunos
han estado buscando desesperadamente la paz, durante mucho tiempo.
Falta en la vida de muchos. En los países prósperos las
preocupaciones, la depresión y el agotamiento alcanzan niveles
epidémicos, incluso a pesar de que las necesidades materiales estén
cubiertas.
Quiero
explicar de dónde proviene la paz y cómo aprovecharla y
desarrollarla. La paz es una energía creada en el interior. Incluso
cuando yo hablo en paz, y tú escuchas en paz, la energía aumenta.
En
nuestras vidas se producen muchas clases de crisis. Pueden consistir
en un trastorno corporal, en las relaciones, o en la atmósfera del
mundo. Creo que en ninguna parte del mundo hay una sola persona que
no haya pasado crisis en su vida, ya sea joven, vieja, inculta o
rica.
Pero
cuando tengo el poder de la paz, no permito que la estabilidad de mi
mente sufra trastornos. La estabilidad de la mente es esencial para
llevar una buena vida.
Sólo
piensa durante unos minutos: cuando una persona está preocupada,
asustada o siente tristeza, ¿cuál es su estado? Y, ¿cómo esto
afecta a los demás?
Si
me permito sentir preocupación, miedo o tristeza, me sentiré
agitado e infeliz y la atmósfera alrededor de mí se alimentará de
sentimientos similares. ¿Cómo puede esto ayudarme a mí o a los
demás?
Por
el contrario, si me libero de estas emociones negativas, comprobaré
que tengo pensamientos positivos, llenos de sentimientos positivos
hacia los demás. Esto contribuirá a crear una atmósfera de paz y
de amor, incluso cuando no haya armonía.
Mi
experiencia me dice que cuando puedo sentirme libre de la tristeza,
el miedo y la preocupación, hay valores en mí que afloran y que
tendrán un uso práctico en mi vida, proporcionándome mucha fuerza
y poder.
Cuando
se padecen enfermedades físicas, puedes ir al médico y te recetará
una medicina. Pero cuando sientes tristeza en la mente, ¿qué dirás
o harás? ¿Cómo es tu mente cuando tienes pensamientos negativos?
Tanto si la negatividad se dirige hacia uno mismo como si es hacia
los demás, la mente se siente infeliz. En cualquier caso, tales
pensamientos suponen violencia hacia uno mismo.
Junto
a la tristeza aparece también el desasosiego. "No sé qué le
pasa a mi mente, está caótica". Sin embargo es tu mente,
entonces ¿por qué te pones mal por ella? Cuando te permites el
desasosiego, interactuarás con los demás de la misma manera y, no
serás capaz de hablar con dulzura o sosegadamente con ellos.
Sin
lluvia, los seres humanos y los animales tienen sed. Si no hay paz o
amor en mi mente, es como si la mente y el corazón estuvieran secos.
La mente se agita y se dispara como si estuviera loca. Incluso con
píldoras para dormir, en estas condiciones las personas no pueden
conciliar el sueño y no son capaces de levantarse por la mañana.
Libérate
de las crisis que creas a través de tu propia negatividad. Hay
tantas crisis externas que no puedes ni tan sólo contarlas. No hay
nada que puedas hacer frente a ellas. Pero sí que puedes poner freno
a las crisis que creas en tu propia mente, según la calidad de tus
pensamientos.
Tu
cuerpo, tu salud, tus relaciones y el mundo proporcionan gran
variedad de situaciones ante ti. No te piden permiso. Pueden cambiar
en cualquier momento sin que tú puedas evitarlo.
Todavía
no ha concluido una crisis cuando ya hay otra que empieza. Las
calamidades naturales, los terremotos, las inundaciones: todas ellas
vienen por sí mismas. No son el resultado del llamamiento de
alguien, así como tampoco desaparecen si así se les ordena.
Pero,
¿cuál es el estado de la mente antes de que llegue la situación?
Cuando la mente es fuerte, las dificultades externas permanecen en el
exterior no me sacuden en mi interior ni me arrebatan mi estabilidad.
La mente está en paz, libre de tristeza y de preocupación.
Cuando
poseo esta fuerza, las situaciones que acarrean tristeza pueden
aparecer pero no siento tristeza en mi interior. Si lanzan una
piedra, no me golpeará. Si alguien me insulta, ¡no hay problema!.
Mi
cabeza debe estar calmada y no reaccionar de forma instantánea, ni
siquiera rechazar. Dejemos que exista una aceptación de la escena.
Esta aceptación es la que me hace sentir tranquila. Entonces mis
sentimientos pacíficos ayudarán a resolver la situación. También
sabré mejor qué debo hacer o no.
Experimentar
tristeza es un acto de insensatez. Recuérdalo bien. Cuando sientes
tristeza por algo, tienes que entender que te falta comprender algo.
¿Por quién debería yo sentir tristeza? ¿Me ayuda esto a mí o a
los demás?
Interiormente,
las personas se crean muchas situaciones difíciles para sí mismos.
La arrogancia, por ejemplo, hace que sientas que te faltan al respeto
y te causa tristeza y malestar. La arrogancia te aporta un eseo de
consideración y de respeto hacia ti mismo, y cuando no lo recibes,
lo interpretas como un insulto. "Mira, tanto que hago por ellos
y así es cómo me lo pagan". Si doy desde el corazón y no
tengo arrogancia, entonces no lo sentiré así.
Si
tengo buenas virtudes y mis acciones son buenas, mi destino también
será bueno".
Pero
sentirse triste o infeliz por algo, incluso estar de mal humor, es
como poner una gota de veneno en un frasco de néctar. Lo estropea.
No sólo se lleva la paz, sino que conlleva infelicidad.
¡No
es para eso que yo estoy aquí! Lo bueno es que rápidamente pueda
crear una atmósfera de gran felicidad y alegría a mi alrededor.
De
Adentro HACIA FUERA
Brahma
Kumaris
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