sábado, 4 de abril de 2015

EN CASA CON DIOS. . ....NO IMPORTA EN QUE DIRECCIÓN VAYAS, TODOS LOS CAMINOS TE LLEVAN A CASA....... NEALE DONALD WALSCH.




No importa en qué dirección vayas, Todos los caminos te llevan a Casa.

Está la mar de bien, decirle eso a la gente, pero se ha afirmado tan a menudo que ahora no parece más que un aforismo trillado. O sea,



“Las respuestas están dentro de ti” está a sólo un paso de
distancia de “La fuerza está contigo”.
Sin embargo, estoy aquí para decirte que absolutamente todo lo que necesitas saber lo sabías cuando naciste. En verdad, viniste aquí a demostrar eso.
Estas declaraciones que estás haciendo están simplemente tan… no sé…desconectadas de nuestra experiencia real. 

¿Cómo puedo creer que cada respuesta está “dentro de mí” y ha estado ahí desde que nací, cuando siento que tengo tanto para aprender?
No tienes nada que aprender. Lo único que tienes que hacer es recordar. La vida es un proceso de crecimiento. El crecimiento es la evidencia de la presencia y la expresión de la Divinidad. Toda la vida funciona de esta forma.
Piensa en el árbol que ves desde tu ventana. No sabe más ahora, cuando tiene cinco metros de altura y te cubre con la sombra de su gigantesca copa, de lo que sabía cuando era un minúsculo brote.

Toda la información que necesitaba para convertirse en lo que es hoy estaba contenida en su semilla. No tuvo que aprender nada. Simplemente tuvo que crecer. Para crecer usó la información que estaba encerrada en su memoria celular.
No eres diferente del árbol.
¿No he dicho “Incluso antes de que me preguntes, habré contestado”?
Sí, sí, pero…bueno tengo que preguntarlo otra vez…¿Entonces qué sentido tiene esta conversación? ¿Por qué hablar a nadie sobre nada, y cuánto menos rezarle o hablarle a Dios?
Incluso el árbol necesita que el sol estimule su crecimiento.
Toda la vida está interconectada. Ningún aspecto ni individualización del Todo actúa independientemente de cualquier otro aspecto o individualización. La vida, de forma continua, crea interactivamente. Estamos produciendo resultados mutuamente. No hay ninguna otra forma en que podamos producirlos.

Tu conversación con otros y toda la información que te viene del mundo exterior son como los rayos del sol. Hacen que las semillas que hay dentro de ti crezcan.
Hay muchas cosas que existen en tu mundo exterior. Aún así esas personas, lugares, objetos y acontecimientos son sólo recordatorios. Son como señales de tráfico.
Es en eso, en realidad, en lo que consiste el “mundo exterior”. El mundo físico está diseñado para proporcionarte un contexto dentro del cual puedas experimentar en el afuera lo que conoces dentro de ti.
Y entonces en realidad me beneficio de que el mundo a mí alrededor se presente exactamente como lo hace.

Todos los humanos lo hacen. Por eso he dicho que, cuando mires al mundo y todo lo que te ha pasado, “No juzgues ni condenes”.
Usemos al árbol como nuestro fiel amigo en esta parte de nuestra discusión, para que nos ayude a encontrar un entendimiento más profundo.
Imaginemos que te has salido del claro de un bosque y te has metido en sus espesuras. Nunca te has adentrado tanto en el bosque y sabes que es probable que tengas alguna dificultad para ubicar el claro otra vez. Así que pones marcas en los árboles según avanzas. Ahora cuando te vas del bosque, ves estas señales y recuerdas que las pusiste ahí para poder encontrar la salida.
Estas señales son exteriores a ti. En última instancia te guiaran de vuelta a Casa, pero no son la "Casa" misma. Las señales te muestran el rastro, el sendero, el camino, y el camino te resulta familiar. Lo reconoces. Es decir, lo "re-conoces"o lo "conoces otra vez". No obstante, el Camino no es el Destino. Sólo tu puedes llevarte al Destino.


Otros pueden dirigirte a un sendero, otros pueden enseñarte su camino, pero sólo tú puedes llevarte al Destino. Sólo tú puedes decidir estar en Casa con Dios.

Tu mundo exterior es el sendero. Está ahí para llevarte de vuelta a Casa. Verdaderamente, Todos los sucesos de tu mundo exterior están ahí para hacer exactamente eso. Por eso los pusiste ahí.
Son señales en los árboles.
Lo son

Pero, si puse en su lugar todo lo que está en mi mundo exterior para poder guiarme de vuelta a mi verdad interior… Eso es lo que estás diciendo, ¿No?...
Eso es lo que estoy diciendo aquí. Exactamente eso.
si hice eso, entonces, en cierto sentido, puse este libro en mis propias manos.
Correcto.
Yo “cause” que este material viniera a mí, exactamente como está viniendo a mi ahora mismo. Es una señal. Es una marca en el árbol.
Ahora estás viendo las cosas claramente. Así es precisamente.
Pero entonces, si todo en mi mundo exterior es una señal, ¿Cómo una parte individual de él tiene alguna significación? Eso sería como ir caminando por la calle y llegar a una intersección, sólo para ver que todas las señales apuntan en direcciones diferentes, y sin embargo todas dicen “A casa por aquí”
Ahora estás realmente viendo las cosas con claridad.
¡Santo Cielo! ¿Qué estás diciendo?

Estoy diciendo que no importa en qué dirección vayas, Todos los caminos te llevan a Casa. Entonces no importa qué camino tome.
Total, absoluta y positivamente: no importa.
Entonces, ¿por qué preocuparme de elegir un camino en lugar de otro? Si todos los caminos llevan a casa, ¿Qué importa qué camino elija?
Algunos caminos son menos arduos.
En casa con Dios.
Neale Donald Walsch 

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