No
importa en qué dirección vayas, Todos los caminos te llevan a Casa.
Está la mar de bien, decirle eso a la gente, pero se ha afirmado tan
a menudo que ahora no parece más que un aforismo trillado. O sea,
“Las respuestas están dentro de ti” está a sólo un paso de
distancia de “La fuerza está contigo”.
Sin
embargo, estoy aquí para decirte que absolutamente todo lo que
necesitas saber lo sabías cuando naciste. En verdad, viniste aquí
a demostrar eso.
Estas
declaraciones que estás haciendo están simplemente tan… no
sé…desconectadas de nuestra experiencia real.
¿Cómo puedo creer que cada respuesta está “dentro de mí” y ha estado ahí desde que nací, cuando siento que tengo tanto para aprender?
¿Cómo puedo creer que cada respuesta está “dentro de mí” y ha estado ahí desde que nací, cuando siento que tengo tanto para aprender?
No
tienes nada que aprender. Lo único que tienes que hacer es
recordar. La vida es un proceso de crecimiento. El crecimiento es la
evidencia de la presencia y la expresión de la Divinidad. Toda la
vida funciona de esta forma.
Piensa
en el árbol que ves desde tu ventana. No sabe más ahora, cuando
tiene cinco metros de altura y te cubre con la sombra de su
gigantesca copa, de lo que sabía cuando era un minúsculo brote.
Toda la información que necesitaba para convertirse en lo que es hoy estaba contenida en su semilla. No tuvo que aprender nada. Simplemente tuvo que crecer. Para crecer usó la información que estaba encerrada en su memoria celular.
Toda la información que necesitaba para convertirse en lo que es hoy estaba contenida en su semilla. No tuvo que aprender nada. Simplemente tuvo que crecer. Para crecer usó la información que estaba encerrada en su memoria celular.
No
eres diferente del árbol.
¿No
he dicho “Incluso antes de que me preguntes, habré contestado”?
Sí,
sí, pero…bueno tengo que preguntarlo otra vez…¿Entonces qué
sentido tiene esta conversación? ¿Por qué hablar a nadie sobre
nada, y cuánto menos rezarle o hablarle a Dios?
Incluso
el árbol necesita que el sol estimule su crecimiento.
Toda
la vida está interconectada. Ningún aspecto ni individualización
del Todo actúa independientemente de cualquier otro aspecto o
individualización. La vida, de forma continua, crea
interactivamente. Estamos produciendo resultados mutuamente. No hay
ninguna otra forma en que podamos producirlos.
Tu
conversación con otros y toda la información que te viene del mundo
exterior son como los rayos del sol. Hacen que las semillas que hay
dentro de ti crezcan.
Hay
muchas cosas que existen en tu mundo exterior. Aún así esas
personas, lugares, objetos y acontecimientos son sólo recordatorios.
Son como señales de tráfico.
Es
en eso, en realidad, en lo que consiste el “mundo exterior”. El
mundo físico está diseñado para proporcionarte un contexto dentro
del cual puedas experimentar en el afuera lo que conoces dentro de
ti.
Y
entonces en realidad me beneficio de que el mundo a mí alrededor se
presente exactamente como lo hace.
Todos
los humanos lo hacen. Por eso he dicho que, cuando mires al mundo y
todo lo que te ha pasado, “No juzgues ni condenes”.
Usemos
al árbol como nuestro fiel amigo en esta parte de nuestra discusión,
para que nos ayude a encontrar un entendimiento más profundo.
Imaginemos
que te has salido del claro de un bosque y te has metido en sus
espesuras. Nunca te has adentrado tanto en el bosque y sabes que es
probable que tengas alguna dificultad para ubicar el claro otra vez.
Así que pones marcas en los árboles según avanzas. Ahora cuando
te vas del bosque, ves estas señales y recuerdas que las pusiste ahí
para poder encontrar la salida.
Estas señales son exteriores a ti. En última instancia te guiaran de vuelta a Casa, pero no son la "Casa" misma. Las señales te muestran el rastro, el sendero, el camino, y el camino te resulta familiar. Lo reconoces. Es decir, lo "re-conoces"o lo "conoces otra vez". No obstante, el Camino no es el Destino. Sólo tu puedes llevarte al Destino.
Estas señales son exteriores a ti. En última instancia te guiaran de vuelta a Casa, pero no son la "Casa" misma. Las señales te muestran el rastro, el sendero, el camino, y el camino te resulta familiar. Lo reconoces. Es decir, lo "re-conoces"o lo "conoces otra vez". No obstante, el Camino no es el Destino. Sólo tu puedes llevarte al Destino.
Otros
pueden dirigirte a un sendero, otros pueden enseñarte su camino,
pero sólo tú puedes llevarte al Destino. Sólo tú puedes decidir
estar en Casa con Dios.
Tu
mundo exterior es el sendero. Está ahí para llevarte de vuelta a
Casa. Verdaderamente, Todos los sucesos de tu mundo exterior están
ahí para hacer exactamente eso. Por eso los pusiste ahí.
Son
señales en los árboles.
Lo
son
Pero,
si puse en su lugar todo lo que está en mi mundo exterior para poder
guiarme de vuelta a mi verdad interior… Eso es lo que estás
diciendo, ¿No?...
Eso
es lo que estoy diciendo aquí. Exactamente eso.
… si
hice eso, entonces, en cierto sentido, puse este libro en mis propias
manos.
Correcto.
Yo
“cause” que este material viniera a mí, exactamente como está
viniendo a mi ahora mismo. Es una señal. Es una marca en el árbol.
Ahora
estás viendo las cosas claramente. Así es precisamente.
Pero
entonces, si todo en mi mundo exterior es una señal, ¿Cómo una
parte individual de él tiene alguna significación? Eso sería como
ir caminando por la calle y llegar a una intersección, sólo para
ver que todas las señales apuntan en direcciones diferentes, y sin
embargo todas dicen “A casa por aquí”
Ahora
estás realmente viendo las cosas con claridad.
¡Santo
Cielo! ¿Qué estás diciendo?
Estoy
diciendo que no importa en qué dirección vayas, Todos los caminos
te llevan a Casa. Entonces no importa qué camino tome.
Total,
absoluta y positivamente: no importa.
Entonces,
¿por qué preocuparme de elegir un camino en lugar de otro? Si todos
los caminos llevan a casa, ¿Qué importa qué camino elija?
Algunos
caminos son menos arduos.
En
casa con Dios.
Neale
Donald Walsch
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