AQUÍ ESTÁ: LA VERDAD CALLADA
Esta
sencilla afirmación («tú no eres el protagonista de tu vida») me
cambió la vida. Me lo puso todo patas arriba. O, para ser más
exacto, me lo puso todo del derecho. Se me había dicho que yo no
estaba aquí para servirme a mí mismo. Estaba aquí para servir a
los demás. Sólo me encontraría a mí mismo a base de perderme. Y
sólo recibiría a base de dar.
Esto
me resultó familiar inmediatamente. Sonaba como la doctrina
cristiana tradicional; más aún, sonaba como las enseñanzas
esenciales de todas las grandes religiones del mundo.
Resulta
que esto es lo que enseñan las religiones, pero hay algo que la
mayoría de las religiones no cuentan en esta enseñanza. Lo que no
dicen es por qué es cierta esta enseñanza. No dicen por qué
funciona este proceso. No explican la Creación Personal.
Mis
conversaciones con Dios me lo dejaron todo claro. Dios me dijo que
este proceso funciona, y que es el medio más rápido para conseguir
cualquier cosa que aspiremos a conseguir, «porque tú eres el Único
Que Está En La Sala».
Como
no comprendí aquello, respondí algo así como:
-¿Qué?
Dios
me lo explicó:
—Todas
las cosas son Una Cosa. Sólo hay Una Cosa, y Todas las Cosas forman
parte de la Única Cosa Que Es. Por tanto, lo que haces por otro, lo
haces por ti; y lo que dejas de hacer por otro, lo dejas de hacer por
ti.
La
inversa también es cierta. Lo que haces por ti mismo, lo haces por
otro; y lo que dejas de hacer por ti, dejas de hacerlo por otro. (Por
eso se ha dicho tantas veces eso de que «si no sabes amarte a ti
mismo, no sabrás amar a otro».)
Pero
ahora llega una parte inmensa de la «fórmula misteriosa» de cómo
funciona la vida. Ahora llega...
El
Efecto Multiplicador.
Al
enfocarte en ti mismo limitas la cantidad de energía a la que das
salida, porque tú eres sólo uno. Pero al enfocarte en los demás,
multiplicas la cantidad de energía a la que das salida por el número
de otras personas en que te enfocas.
Esto
no me lo había explicado nadie nunca. Ahora que lo veo, me parece
perfectamente lógico. Si todo es energía (y lo es), y si la energía
crea (y así es), entonces, ¡cuanta más energía emplees, más
rápida y magnífica será tu creación!
Y
todo lo que creas, lo vives. Esto se debe a que, en última
instancia, todas las cosas que salen de ti vuelven a ti. Y esto es
porque «no hay nadie más en la sala». No hay nadie más que tú,
bajo formas múltiples.
El
primer principio espiritual que se revelaba en Conversaciones con
Dios es: «Todos somos Uno».
Hasta
que no entendí esto y hasta que no me puse a trabajar para sanar a
los demás, yo mismo tardaba en curarme; pues, si no se curaba una
parte de Mí, ¿cómo podía curarme del todo? Hasta que no entendí
esto y hasta que no opté por amar a todos los demás de verdad, yo
mismo tardaba en ser amado; pues, si una parte de Mí no era amada,
¿cómo podía ser amado del todo? Hasta que no entendí esto y hasta
que no procuré firmemente recordar a todos los demás como Quienes
Son De Verdad, yo mismo tardaba en recordar Quién Soy De Verdad;
pues, si no se recordaba a una parte de Mí, ¿cómo podía ser
recordado del todo?
Para
que cualquier parte de nosotros esté completa, debemos conocernos de
manera completa. Somos un holograma. Por tanto, trata a los demás
como quisieras que te trataran a ti. Pues lo que haces a los demás
se te hace a ti... por el sencillo motivo de que no hay «los demás».
No hay más que Tú.
Eres
un Aspecto Individualizado de la Divinidad Misma. Y esto no se ha
dicho muy alto ni con mucha frecuencia, pues es el colmo de la
blasfemia.
Lo
que se ha temido es que si esto se dice demasiado alto, con demasiada
frecuencia, se perderá el modo en que algunas personas han aceptado
la Creación Personal. Pues la verdad que más difícil de creer ha
resultado para la humanidad es, precisamente, la verdad que habría
liberado a la humanidad para siempre.
Dios
y nosotros somos Uno.
DIOS ES FELICIDAD
NEALE
DONALD WALSCH
Justo estoy leyendo su primer libro,y aunque lo abri con escepticismo,me esta ayudando muchisimo a comprender de manera clara.muy muy recomendado
ResponderEliminarGracias por su comentario, ai es un gran libro, gracias.
ResponderEliminarNamasté