Las
preguntas.
Normalmente
nos creemos ciegamente lo que pensamos, estamos convencidos de estar
en posesión de la verdad y esto hace que estemos a merced de los
sentimientos que generamos según nuestra forma de pensar.
Pero,
- ¿de donde nos viene la seguridad que nos lleva a pensar que estamos en lo cierto?.
- ¿No sería más exacto y concreto, observar que nuestros pensamientos solo reflejan una parte parcial y muy limitada de la realidad?.
Las
siguientes preguntas nos enseñan la inutilidad de los pensamientos
negativos.
Preguntas
básicas:
- ¿Cómo podemos saber que algo es negativo?.
- ¿Cómo podemos decir con absoluta certeza que algo o alguien es cien por cien negativo (malo)?.
- ¿Qué beneficio obtenemos cuando nos negamos a la realidad?.
- ¿Mejora nuestra vida cuando la clasificamos como negativa?.
- ¿Cómo nos sentimos cuando rechazamos la realidad y pensamos que es negativa?.
- ¿Cómo nos sentimos sin estos pensamientos negativos?.
- ¿Quién pregunta, quién presencia todo esto?.Piensa en el significado de la última pregunta puesto que es la pregunta más importante que has de hacerte.
Cuando
aplicamos estas preguntas, reestructuramos nuestra forma de pensar; y
esto hace que cambie nuestra forma de percibir y experimentar la
realidad.
Al
cuestionarnos nuestra imaginativa realidad la identificación con el
Yo comienza a deshacerse, y entendemos la locura en la que vivimos,
reduciéndonos a nosotros mismos y al mundo a un simple pensamiento
(negativo).
- ¿Cómo podemos saber que algo es negativo?.
- ¿Podemos decir con absoluta certeza que alguien o algo es cien por cien negativo?.
Si
pudiésemos ver todas las conexiones, si fuésemos capaces de ver en
conjunto la vida entera, podríamos tener una visión universal y
distinguir lo negativo de lo positivo (sin olvidar que lo positivo y
lo negativo sólo existen en la visión dual del ego). La realidad es
que no tenemos ni idea, porque simplemente nos falta la perspectiva.
Un ejemplo de esto lo tenemos en la vida de Buda; Buda, antes de ser
Buda, fue un príncipe en la India y en su anhelo de terminar con el
sufrimiento inició su búsqueda de la sabiduría, abandonando a su
mujer y su hijo recién nacido, y todas las responsabilidades de su
posición social. Su largo peregrinaje lo llevó a la iluminación y
al conocimiento; con el que fundó el Budismo. Hoy a simple vista,
este hecho nos podría parecer totalmente incomprensible e
irresponsable, pero si miramos más allá de las apariencias,
entenderemos que lo que le dio, tanto a su mujer como a su hijo y a
toda la humanidad, fue el legado de una de las fuentes más valiosas
de sabiduría de todos los tiempos.
Todos
hemos tenido en algún momento experiencias que aparentemente eran
“malas” y sin embargo nos han conducido a situaciones buenas o de
gran conocimiento.
Mientras
sigamos catalogando las situaciones y los pensamientos en positivos o
negativos, el uno necesitará del otro, son las dos caras de una
misma moneda.
Los
problemas y sufrimientos solo nacen cuando así los declaramos.
Cuando clasificamos a alguien o algo como negativo o malo, en lugar
de quedarnos con los hechos y ver la solución de la situación no
deseada, creamos una infraestructura negativa que finalmente nos
incapacita para encontrar la solución verdadera.
Llegado
a este punto, nos podemos hacer la siguiente pregunta;
- ¿Qué sucede con todas las guerras, el hambre, la destrucción de la naturaleza... etc.?. porque está claro que todas estas cosas horribles existen y es absolutamente natural que deseemos una solución a estas circunstancias/situaciones, pero...
- ¿realmente creemos que con nuestra interpretación negativa de la situación ya existente, podemos encontrar una solución?,
- ¿Creemos realmente que nuestro sufrimiento nos ayuda?.
Por
mucho que juzguemos o clasifiquemos una situación como negativa, no
solo no solucionaremos el problema, sino que con nuestro rechazo,
alimentaremos la situación negativa ya existente, puesto que la
negatividad atrae más negatividad.
Un
problema, siempre y exclusivamente, se soluciona con una acción que
transcienda el problema y no con la atención fija en el problema.
De
este modo, podemos observar que al no tener una visión universal es
imposible definir con claridad lo que es bueno o malo, y que con
nuestro rechazo no ayudamos, en absoluto, a mejorar la situación,
todo lo contrario la empeoramos. Se trata de decir “Si” a la
realidad y aprender de ella; en lugar de castigarnos y gastar nuestra
energía en luchas inútiles, que solamente nos llevan al mismo lugar
del que queremos escapar.
- ¿Qué beneficio obtenemos cuando nos negamos a la vida?.
- ¿Clasificar la vida como negativa nos ayuda a mejorarla?.
- ¿Los traumas de la infancia se disuelven cuando son rechazados o clasificados como experiencias negativas y así son recordados una y otra vez?.
La
realidad es que la carga aumenta cuando pensamos de este modo.
Cuando
juzgamos y condenamos a las “malas personas”, cuando las odiamos
y somos incapaces de perdonarlas por sus hechos,
- ¿Qué beneficio obtenemos de esta forma de pensar?.
Al
interpretar negativamente la realidad, colocamos nuestra atención en
la negatividad y teniendo en cuenta que vivimos donde está nuestra
atención y que la ley de atracción nos proporciona, con su infinita
generosidad, lo que atraemos con nuestra atención.
- ¿Qué es lo que atraemos a nuestra vida, cuando interpretamos negativamente la realidad?.
- ¿Dónde está el beneficio para nosotros, para los demás y para el mundo?.
Definitivamente
el sufrimiento no nos proporciona ningún beneficio, del mismo modo
que no hay ningún tipo de beneficio en negar la vida tal como es.
- ¿Cómo nos sentimos cuando rechazamos la realidad y pensamos que es negativa?.
- ¿Cómo nos sentimos físicamente cuando estamos en contra de algo o de alguien?.
Observa
y siente tu cuerpo, siente el daño que le provocan los sentimientos
y pensamientos negativos. Deja que el cuerpo, con su sabiduría
interna, responda a las preguntas y reconoce la sensación física de
los pensamientos y actitudes negativas.
- ¿Son estas experiencias y este tipo de sensaciones las que quieres experimentar en tu vida?.
- ¿Te sientes en paz cuando piensas negativamente?.
- ¿Estás en actitud relajada cuando luchas contra la vida?.
- ¿Sientes paz cuando estás en conflicto contigo mismo o con los demás?.
Es
de locos pasarlo mal y vivir contaminando nuestro presente con
pensamientos negativos, pensando que así mejoramos la vida.
No
nos ayudamos ni ayudamos a otras personas, ni al mundo, cuando
sufrimos, lo único que conseguimos es empeorar la situación.
- ¿Cómo nos sentimos sin pensamientos negativos?
Estamos
tan acostumbrados al sufrimiento y los pensamientos negativos están
tan presentes en nuestra vida, que esta pregunta, incluso nos puede
resultar difícil de contestar.
Pero
si “frenamos” un poco y dejamos que el corazón conteste, la
respuesta es obvia: nos sentimos bien y estamos muy bien. Con la
simple ausencia de pensamientos negativos, la alegría natural de
nuestro autentico Ser, se despliega de forma espontánea.
Cada
uno por si mismo debe tomar su decisión.
- ¿Dónde y cómo quieres vivir?.
- ¿Quieres vivir en un mundo hostil lleno de preocupaciones, dónde continuamente encuentras las razones por las que sufrir o prefieres vivir en un mundo amable, dónde la sabiduría te guíe hacía una vida consciente?.
- ¿Quién pregunta?.
Esta
es la pregunta más importante de todas. Si convertimos esta pregunta
en nuestra práctica diaria descubriremos lo que siempre hemos
buscado.
Cuando
descubrimos quienes somos, comprendemos que todo lo que nos sucede y
experimentamos, no define nuestra identidad, puesto que con esta
comprensión dejamos de identificarnos con la mente (el Yo), que es
la causa de todo sufrimiento y nos conectamos directamente con
nuestro autentico Ser, el Yo Soy.
El
Yo Soy como ejercicio nos lleva directamente ak aquí y ahora, a la
presencia.
(Ver
capitulo “Yo Soy”) .
Normalmente
nos preguntamos, “porque” o “cómo” pasan las cosas. Nuestra
atención está fijada en el contenido de la vida, en la forma, en
los objetos... en este nivel de conciencia no podemos encontrar la
verdadera paz.
Todos
los porqué y como, con los que nos enredamos, solo nos trae más
porqué y como, más preguntas en las que nos perdemos. Este es el
territorio de la mente y en el que diariamente nos movemos, de esta
forma solo alimentamos nuestra hambre intelectual.
Es
esencial hacerse la pregunta clave, “Quién” presencia las cosas.
Esta investigación del Quién, es la que nos lleva más allá de la
mente, conduciéndonos al Yo Soy, y es ahí, donde encontraremos las
respuestas que nos llevan al Conocimiento del Ser.
Suceda
lo que suceda, todo nos sirve para comprender quien somos, todas las
circunstancias, todos los estados de ánimos, nos conducen al Yo Soy.
En
esta realización del Yo Soy, comprendemos que no hay nada que
superar, ni solucionar, ni evitar,porque todo es perfecto tal como es
en la presencia del Ser.
Todas
las demás preguntas que nos puedan surgir, son de alguna forma la
preparación o el camino hacía esta pregunta fundamental.
Lo
único y verdaderamente importante en nuestra vida, es saber quien
somos en realidad.
Karsten
Ramser
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