BENDIGO MI CAMINO INTERIOR

 

 BENDIGO MI CAMINO INTERIOR

Bendigo mi sanación interna que me vuelve a conectar con lo que realmente soy. Soy el fruto del amor de la Vida y lo había olvidado.

A causa de ese olvido me desorienté, me confundí y me enfermé.

Bendigo todos los caminos faltos de luz que he transitado, los bendigo porque ellos me enseñaron a valorar la luz y el amor que soy, que somos todos.

Bendigo todos los caminos faltos de luz que son necesarios para alcanzar la comprensión, la compasión y el amor por mi misma y también hacía los demás.

Bendigo ahora a todos los seres que estamos faltos de luz y deseamos alcanzarla, que se nos abra la comprensión interna para que seamos valerosos y optemos por todas las actitudes nuestras que nos llevan a un paso más de llevar esa luz como estandarte en nuestro corazón.

Bendigo este mundo dual, lo bendigo porque es la mejor escuela que el universo pudo ofrecernos a todos, si estamos faltos de luz eso nos lleva a ver el modo de alcanzarla, y ese camino es un maravilloso viaje por nuestro interior donde sin duda nos conoceremos en profundidad a nosotros mismos, vaya que sí nos conoceremos.

Bendigo la perfección absoluta y maravillosa de este mundo que hasta no hace mucho consideraba imperfecto, ay qué equivocada estaba, cuanto sufrimiento me he acarreado con esa creencia, ahora se que es una escuela de Amor y perdón, donde tenemos que experimentar la oscuridad más atroz de nosotros mismos hasta alcanzar la luz más maravillosa que somos, lo uno lleva a lo otro, de otra forma no es posible verlo sino es con la luz del conocimiento interno.

Bendigo la luz, la luz de mi corazón, la luz que somos todos, pero que ahora que estamos a finales de curso se hace más necesaria la bendición para que podamos alcanzarla y salir de esta dimensión bendiciendo la anterior y por supuesto bendiciendo donde ahora nos encontramos, no huyendo como parece que estamos haciendo por nuestra incomprensión.

Bendito, bendito, bendito el interior de toda la humanidad para que podamos darnos cuenta de que el cielo no hay que buscarlo fuera, que el Maestro JESÚS ya nos dijo que estaba en nuestro interior.

Bendigo mi camino falto de luz porque sin el, sin esa oscuridad no habría podido ver la luz que ahora arde en mi interior, bendito sea.

¡Namasté!!!