MAESTRO
INTERNO
El
amor sana... tanto al que lo recibe como a los que lo dan.
Kant
Menninger
R/
Cómo se llega al maestro del corazón?
T/
El maestro que reside en el corazón permite al cerebro funcionar de
forma óptima, abre la puerta a una inteligencia superior y activa
unas facultades mentales excepcionales y completamente nuevas.
Accedemos
al maestro del corazón cuando los circuitos inferiores de la
conciencia están desactivados; o más bien, cuando se limitan a
ejercer estrictamente las funciones que le corresponden, es decir
cuando el cuerpo emocional está dominado y el cuerpo mental es
abierto y dócil. Solo en esas condiciones, puede actuar el maestro
que reside en el corazón y podemos crear en nuestro ser un estado de
coherencia.
Para
que se manifieste el maestro del corazón tiene que haber
desaparecido por completo, el miedo, la lucha por el poder, las
emociones inferiores o sea la separatividad. Exige que vivamos en
Unidad con todos los seres y todas las cosas.
El
amor es la ley del Maestro que reside en el corazón; sólo esa
fuerza de gran magnetismo, nos lleva a encontrar de nuevo la unidad
con todo y con todos.
Ese
maestro nos habla permanentemente de amor.
“Donde
hay Amor no hay miedo, el miedo se conserva en la forma y el Amor
sustituye a la forma”. Paloma Cabadas
T/
Conocer y gestionar bien la coherencia es un proceso que requiere su
tiempo.
Después
está el trabajo interior personal. Todos somos diferentes y estamos
en distintos niveles de evolución. Esto implica creencias distintas,
dominio de recursos internos, etc. Buscar un camino para lograr
periodos de coherencia cardíaca, es uno de los trabajos a realizar.
Y
esto implica profundizar sobre el tema de las Emociones. Las
emociones son importantes y condicionan nuestra vida. Te conectan y
desconectan de un fluir armónico. Pueden ser estresantes o
enriquecedoras. Podemos estar atravesando una vida anodina o estar
como una montaña rusa con un sobresalto cada 30 segundos.
“La
auténtica expresión del alma, es decir, la verdadera realización
espiritual, se mide por las cualidades de amor, de sabiduría, de
inteligencia, de desprendimiento y de servicio real que somos capaces
de ofrecer al mundo, cualquiera que sea nuestra actividad”.
RUBY
GONZALEZ IBÁÑEZ
¡Namasté!!!
¡Namasté!!!
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