Dichoso
el varón que soporta la prueba, porque, al salir airoso, recibirá
la corona de la vida que el Señor prometió a los que lo aman. St 1,
12
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Pensamientos
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La
misma alegría y exaltación de cuando llega el amigo, es
proporcional al miedo y al dolor de cuando se marcha... o cuando lo
esperas y no viene... ¿Vale la pena? Donde hay miedo no hay amor y
puedes estar bien seguro de ello.
No
existen dificultades ante las otras personas. La única dificultad
está dentro de ti. El problema no son los otros, sino tu forma de
reaccionar ante ellos. Descubre por qué reaccionas de determinada
manera. Así te volverás capaz de romper con tus ilusiones.
El
responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya
provocado el conflicto, el apego y no el conflicto es lo que te hace
sufrir.
Es
el miedo a la imagen que el otro haya podido hacer de ti, miedo a
perder su amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que
dices amar, y miedo a que la imagen de ti, la que tú sueñas que él
tenga de ti, se rompa.
Todo
miedo es un impedimento para que el amor surja.
Y
el miedo no es algo innato sino aprendido.
Si
lo comprendes todo, lo perdonas todo.
Y
solo existe el perdón cuando te das cuenta de que, en realidad, no
tienes nada que perdonar.
En
realidad, nadie tiene la capacidad de ofenderte. Lo que te ofende es
la forma en que interpretas el lenguaje.
Amor
es pura gratitud, y nosotros nos ponemos condiciones. Y si nos
ponemos condiciones a nosotros mismos, ¿cómo no vamos a ponérselas
a los demás?
Convertimos
eso que llamamos amor en un egoísmo refinado que utilizamos, o para
darnos placer, o para evitar sensaciones desagradables, sensaciones
de culpabilidad, o miedo al rechazo. Para evitar esto, comerciamos
con lo que llamamos amor. Si somos capaces de ver esto y de llamar a
las cosas por su propio nombre, ya vemos claro.
La
más linda redención y libertad es experimentada cuando se deja a
las otras personas solas, existiendo, amando y creciendo, y no
imponiéndoles, interfiriendo y amoldando sus vidas.
Los
hombres buscan y huyen de muchas cosas, y no entienden que, tanto lo
que buscan fuera como aquello de lo que huyen, está dentro.
Cámbiate
a ti mismo. Cuando cambies, las personas cambiarán. El problema no
está del todo en ellas, sino en la forma en que interaccionas con
ellas.
Sólo
el día en que no nos importe lo que piensen de nosotros las
personas, comenzaremos a saber amarlas como son y darles la respuesta
adecuada.
El
día en que cambies, cambiarán todas las personas para ti, y
cambiará tu presente.
Entonces
vivirás en un mundo de amor.
No
hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene
libre.
Si
a veces dices sí por no desilusionar a la gente, eso no es amor, es
cobardía.
Un
gran ejercicio para el amor es saber decir no.
Percibe
qué fascinante es estar sin un solo amigo o consejero con quien
contar.
Cuando
ves la torpeza de los otros para ayudarte, descubres el Reino dentro
de ti.
Nunca
te enamoras por alguien. Te enamoras por las ideas esperanzadas y por
los sentimientos agradables que creas con respecto a alguien.
Piensa
en uno de los pasajes del Evangelio en que Jesús, después de
despedir a la gente, se queda solo. ¡Qué hermoso es ese amor! Sólo
el que sabe independizarse de las personas sabrá amarlas como son.
La soledad es necesaria para comprenderte fuera de toda programación.
Piensa
en alguna temporada en que te sentiste rechazado, desatendido o
humillado.
A
ver si consigues comprender la situación con realismo, mirándola
con sinceridad, en profundidad; y puedes descubrir que, si tú no te
dieras por ofendido, no existiría rechazo, ni humillación alguna.
El
vacío que llevamos dentro hace que tengamos miedo de perder a las
personas que amamos. Pero ese vacío se llena sólo con la realidad.
Y cuando estás en la realidad ya no echas de menos nada, ni a nadie.
Te verás libre y lleno de felicidad, como las aves.
Tú
no puedes exigir a nadie que te quiera pero, en cuanto no seas
exigente y sueltes los apegos, podrás reconocer cuántas personas te
quieren así como eres, sin exigirte nada, y comenzarás a saber lo
que es el amor.
• Ejercicios
•
•
Ponte
frente a un amigo y dile: “Te dejo libre para que seas tú mismo,
para tener pensamientos propios, para seguir tus inclinaciones, para
entregarte a tus predilecciones, para vivir la vida de la forma que
quieras. No tendré exigencias, no quiero que seas como yo deseo. No
alimentaré expectativas con respecto a lo que tú debes ser o hacer
en el futuro.”
•
Entra
dentro de ti mismo con la imaginación.
Oscuridad
y vacío interiores.
Muévete
hacia el centro del ser.
Imagina
que se ven allí diminutas llamas de amor que apuntan en dirección a
Dios, o manantiales que brotan hacia arriba, o movimientos ciegos de
amor.
•
La
primera cosa que la educación debe dar a una persona es la capacidad
de estar solo y el coraje de confiar en sus propios ojos, mente y
corazón, observaciones, pensamientos y sentimientos. ¿Estás de
acuerdo?
•
Piensa
en todos los controles a los cuales te sometiste a causa de tu
necesidad de compañía y aprobación de otras personas. Renunciaste
a la libertad, a favor de tu comodidad. ¿Por qué? ¿Qué ganaste
con eso?
•
Antes
de cambiar a los demás, cambia tú. Limpia tu ventana para ver
mejor. ¿Cómo lo harías?
•
Todos
somos necesarios. El valor para tener en cuenta es ser feliz y buscar
tu sitio en la vida. ¿Qué harías para lograrlo?
•
Para
tu inspiración •
Tomado de;
LO MEJOR DE ANTHONY DE MELLO ... SOLEDAD ...
LO MEJOR DE ANTHONY DE MELLO ... SOLEDAD ...
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