LA
MÁSCARA
Cada
vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad, fingiendo no
ser lo que no soy, fingiendo ser lo que soy, lo hago para atraer a la
gente.
Luego
descubro que sólo atraigo a otros enmascarados, alejando a los
demás, debido a un estorbo: la máscara.
Uso
la máscara para evitar que la gente vea mis debilidades; luego
descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me quieren por lo
que soy, sino por la máscara.
Uso
una máscara para preservar mis amistades; luego descubro que si
pierdo un amigo por haber sido auténtico, realmente no era amigo
mío, sino de la máscara…
Me
pongo una máscara para evitar ofender a alguien y ser diplomático;
luego descubro, que aquello que más ofende a las personas a las que
quiero intimar, es la máscara.
Me
pongo una máscara, convencido que es lo mejor que puedo hacer para
ser amado.
Luego
descubro la triste paradoja:
lo
que más deseo lograr con mis máscaras, es precisamente lo que
impido con ellas.
Gilbert
Brenson
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