martes, 29 de julio de 2014
domingo, 20 de julio de 2014
El eterno momento
Todo
lo que es, fue y será, siempre es Aquí y Ahora. Es el eterno
momento, sin tiempo; lo abarca todo, fuera de el no hay nada, es la
vida. Este momento presente, sea cual sea su contenido, es lo único
que es real.
El
eterno presente es la conciencia de la unidad de todas las cosas,
procesos y seres vivos.
Por
lo general imaginamos y experimentamos la vida como una cadena de
interminables momentos, donde un momento da paso al siguiente.
Vivimos creyendo que viajamos del pasado hacía el futuro y que el
momento presente es solo el nexo de unión, el punto de encuentro.
Esto
es una equivocación fundamental, porque tanto el futuro como el
pasado, sencillamente no existen, son solo proyecciones mentales. El
tiempo es solo una idea, un pensamiento abstracto, un medio que
utilizamos para fines prácticos, (para organizar y entender
intelectualmente la vida), lo importante es no confundir el medio con
la realidad.
La
experiencia solo existe en este único momento en que es sentida, es
decir en el momento presente, el aquí y ahora. Aunque esto pueda
parecer muy obvio, es una realidad que no admitimos, puesto que
normalmente estamos tan ocupados con el pasado y el futuro que
ignoramos lo único que realmente importa y existe, el momento
presente. Estamos tan ocupados intentando mejorar nuestra vida, que
nos olvidamos de vivirla y de este modo vivimos como si nunca
fuésemos a morir y morimos como si nunca hubiésemos vivido.
El
maestro Eckhart lo describe magistralmente en el siguiente texto: “El
tiempo es lo que impide que la luz penetre en nosotros. No hay mayor
obstáculo a Dios (conciencia despierta) que el tiempo.
Vivimos
en esta equivocación, que nos conduce directamente a la auto
frustración y sufrimiento. Sufrimos añorando o lamentándonos del
pasado o vivimos en una proyección de un futuro mejor, e incluso
podemos tener miedo de lo que nos pueda pasar en ese supuesto futuro.
Vivimos sin vivir, en un mundo inventado, y así se nos escapa la
plenitud de la vida.
Sin
tiempo no hay sufrimiento. Nos hemos perdido en el laberinto de los
pensamientos y vivimos recluidos en una cárcel mental.
“Las
rosas que están bajo mis ventanas no señalan a las rosas anteriores
o a rosas mejores; son las que son y existen hoy en Dios (en el Ser).
No conocen ningún tiempo.
Las
rosas simplemente están ahí, y son en cada instante de su
existencia absolutamente perfectas. Pero el ser humano se recuerda y
aplaza, no vive en la presencia, mira atrás quejándose sobre el
pasado o imaginando (ignorando la abundancia del presente) un futuro
mejor. No puede vivir feliz y fuerte, hasta que no aprende a vivir
con la naturaleza en la presencia – más allá del tiempo”.
Con
este texto, Ralph Waldo Emerson describe perfectamente como nos hemos
alejado de lo único que es real.
Cuando
comprendemos que solo existe el eterno momento, sin tiempo, donde
todo es sanado, el conocimiento de Uno Mismo brota de forma natural
desde nuestro interior hacía el mundo, las limitaciones se disuelven
y nos damos cuenta que no hay nada detrás o delante de nosotros,
solo el infinito y vasto espacio del momento presente.
Somos
el momento presente.
Karsten
Ramser
sábado, 12 de julio de 2014
Nuevos ojos
En
cualquier momento que decidamos dejar de ver las cosas con las gafas
que hasta este momento hemos estado mirando y empecemos a
reemplazarlas por unas nuevas que nos aclare nuestra visión interna,
porque de eso se trata, algo no ha estado funcionando en el modo que
hasta ahora hemos tenido de percibir las cosas. Ha estado bien porque
nos ha llevado a un mundo que hasta antes de venir a esta realidad
era totalmente desconocido para nosotros, pero ya estuvo bien, para
todo aquel que quiera dejar de sufrir.
No
conozco experiencia que no nos haya llevado de una manera o de otra
al sufrimiento por gozosa que esta en un principio haya sido, siempre
ha tenido un final no siempre dulce para nosotros, aunque hayamos
puesto todo el corazón este siempre ha terminado roto, dolorido,
maltratado y en el mejor de los casos siempre nos ha quedado la
incertidumbre de no saber qué es lo que nos ha ocurrido, cómo es
que hemos podido llegar a ese extremo, si todo tuvo un comienzo tan
hermoso.
Estuvo
bien todo, lo experimentamos todo, ya haya sido de forma más
conscientes o menos conscientes, el registro de esa experiencia quedó
para nosotros, nada se desperdició aunque no supiéramos entenderlo
todo, al fin y al cabo nuestra vida no nos pertenece, no es nuestra,
algo mucho más grande que nuestro pequeño ser humano vive dentro de
nosotros y ese es el que experimenta, por él es que estamos en acto
de servicio aunque lo hayamos olvidado, llamemos le Dios, Universo,
el Ser, la Vida misma, el Tao, eso del nombre no importa, lo que
importa es que es todo lo que es, sin importar la definición aunque
cada uno tenga sus propias preferencias, todas respetables.
Volver
al recuerdo de lo que realmente somos nos capacita para poder llegar
a ver con los ojos del Amor, no de este amor pequeño que hasta ahora
hemos puesto en acción, no sino de ese Amor tan grande que vive en
nuestro interior, ese Amor tan grande que hasta este momento nos ha
sostenido para no caer. Un Amor sin límites, que lo abarca todo,
pero sobre todo y lo más interesante para nosotros es que nos
regresa al recuerdo de nuestra verdadera naturaleza de Luz y Amor.
Se
nos hace muy difícil, casi imposible perdidos en nuestras creaciones
mentales llegar a pensar ni siquiera por un momento que somos algo
tan grande y tan hermoso, todo estuvo planeado para que así fuera,
el Gran Espíritu debía hacerse lo más pequeño, tan pequeño que
pudiera perderse por eones de tiempo en su propia creación, para
poder poner de manifiesto desde ese galimatias mental que es su vida,
su propia maestría interna, debía recordar interiormente quién Es
y desde ese punto levantarse y tomar las riendas de su vida, su vida
interna. Somos seres espirituales viviendo una vida humana y no al
revés, seres humanos buscando una experiencia espiritual, eso es lo
que todo este gran desorden nos ha llevado a pensar, pero no es
cierto, venimos todos del corazón de Dios.... por lo tanto no somos
menos que eso.
¡Almas,
Espíritus Grandes, levantaos, recordad vuestro origen, poner de
manifiesto el gran Amor que sois, tomar de nuevo lo que es vuestro!, vuestro para poder corregir vuestra visión interna, visto desde el
punto de vista de un ser humano eso sería una tarea que llevaría
años, pero sois mucho más que humanos y tenéis la capacidad de
poder hacerlo, de otro modo ni siquiera escribiría estas palabras
que no me pertenecen porque solo pasan a través mio, como la propia
vida que está sucediendonos todo el tiempo ya seamos conscientes de
ello o no.
Ser
seres espirituales conscientes de vivir una vida humana, una
experiencia mental humana nos capacita para poder hacerlo, no es
fácil, nadie dijo que lo fuera, pero si es hermoso, levantar tu
espíritu, extender los brazos y recibir toda la ayuda que siempre ha
estado a nuestro lado para que no cayéramos, abrir los sentidos y
recibir ese chorro de energía divina que nos conecta con nuestros
verdaderos orígenes.
¡Oh
gran pequeño ser humano! Esa vasija tan esplendida, tan hermosa, tan
necesaria, tan útil que sin ti la obra de la vida no hubiera podido
representarse, bendiciones por todo lo vivido ya sea que recuerdes
quién eres o no, todo a su debido tiempo sucederá por sí solo,
apenas requerirá esfuerzo, simplemente sucederá.
Eso
sí abrir los ojos, ser conscientes, de esa otra realidad es nuestro
y de nadie más, levantar tu espíritu y dejar de soñar para empezar
de nuevo, da igual el punto en el que nos encontremos en estos
momentos, todo es perfecto, solo se requiere del pequeño esfuerzo de
abrir los ojos a una conciencia que siempre ha estado ahí
esperándonos pacientemente a que termináramos de soñar, y nos
seguirá esperando por cuanto tiempo necesitemos para levantarnos y
hacernos cargo de los que nos corresponde.
Solo
es una propuesta por si te has cansado de ver siempre los mismos
resultados aunque sean distintas las experiencias, solo un atisbo de
lo hermosa que puede llegar a ser vivir una vida de forma
conscientes, conscientes de todo lo que hemos creado con nuestra
mente, con las herramientas que nos proporcionó el Creador para que
pudiéramos viajar por todas esas nuestras creaciones mentales, nada
más, luego si quieres puedes seguir soñando pero soñar una vida
donde tu seas el que decides de forma consciente que es lo que
quieres experimentar y que no sean otros los que decidan por ti la
vida que tienes que vivir pero eso igualmente es tu decisión, o sea
tu propia mente la que decida por ti, estuvimos de acuerdo en vivir
este sueño y lo estuvimos para respetarnos unos a otros nuestros
tiempos, tiempos para volver a recodar lo que somos.
La
investigación de los pensamientos de Karsten Ramser es una senda
suave para volver a restablecernos como seres divinos, espirituales,
dejando de lado todo lo que no es de nuestra naturaleza espiritual,
él nos ha compartido las bases para corregir nuestra mente, nuestra
forma separada de pensar, para volver a sanar nuestra mente, un mundo
mental se corrige corrigiendo nuestra forma de pensar, pensar en
cambiar el mundo es muy atrevido, empecemos por transformar nuestra
mente y todo poco a poco irá cambiando en favor de todos, nada hay
separado de nada, todos somos uno y lo mismo.
Amor Incondicional en Acción
sábado, 5 de julio de 2014
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