Cuando
decidimos ingresar a esta realidad estuvimos de acuerdo que
dejaríamos atrás el recuerdo de lo que somos, (una chispa salida
nada más y nada menos que del Corazón de Dios) por lo tanto, el
vernos ahora atrapados en esta matriz, en esta realidad que
percibimos, no es algo que nos estén haciendo, fue nuestra voluntad
experimentar en estos mundos olvidados del Amor, en estos mundos
destinados a la experiencia, en estos mundos laboratorios, en estos
planetas escuelas. Si nos situamos en ese punto podremos ver que
nadie nos está haciendo nada, que todo ocurre porque nosotros así
lo decidimos, estuvimos de acuerdo en perdernos, en perdernos para
luego encontrarnos, para volver de nuevo cada uno en su momento al
destino del cual una vez, hace ya mucho tiempo salimos.
Recordar
esto no es fácil, volver a ese recuerdo solo se logra sino cuando
finalmente decidimos que no queremos seguir sufriendo más, cuando
por fin comprendemos que este mundo dual, este mundo de separación
no puede sino ocasionarnos sufrimiento, da igual lo que
experimentemos, da igual lo que decidamos vivir, todo está destinado
a causarnos sufrimiento, no porque esa sea su causa real ya que todo
está para que podamos experimentar y con la experiencia adquiramos
riqueza, adquiramos sabiduría, sino que no puede ser de otro modo
mientras sea dual, mientras sea dual, está separado, está separado
de Dios. Dios es nada más y nada menos que “Uno, Unidad en todos”,
por lo tanto mientras no seamos capaces de ver esa unidad, mientras
no podamos ver que “todos somos uno y lo mismo”, mientras no
podamos ver a Dios en todos los corazones de todos los seres humanos
y en todas las cosas animadas e inanimadas, mientras no reconozcamos
a Dios en nuestro corazón y le dejemos Ser, poniendo todo nuestro
corazón y nuestra mente al servicio de ese Dios, de ese Dios interno
y también de ese Dios externo que no lo es pero que nosotros así
podemos llegar a percibirlo, es decir de esa unidad, de esa visión
de reconocimiento hacía el Dios que habita en cada corazón humano,
que habita en todos y en toda la creación, que podamos ver que
nosotros somos principalmente todo eso que creemos ver fuera.
Una
vez descubierto a Dios en nuestro corazón y en el corazón de todos, ya
no podemos perdernos en el camino de regreso a Él, pero ese camino
está compuesto de muchas aristas que deberemos ir puliendo, de
muchos obstáculos que todavía nuestra mente reconoce como reales
tratando de impedir nuestro avance, todavía emprenderemos ese camino
cargados con un equipaje demasiado pesado y que deberemos ir dejando
atrás, si nos empeñáramos en seguir cargando con ese
peso, eso retrasaría y haría demasiado pesado sin duda nuestro
caminar, tanto, tanto que podríamos llegar a desanimarnos en seguir
avanzando.
Eso
también forma parte del trato, dar todas las vueltas que queramos
buscando fuera algo que solo está dentro de nosotros, está
amorosamente permitido, buscar, buscar, hasta encontrar nuestro
verdadero tesoro interno. Por lo tanto vivir pensando que nuestro
mundo es real es lo que hemos estado haciendo todos, o casi todos,
excluyendo al Maestro Jesús y algunos iluminados, y así seguiremos
hasta que no queramos limpiar las gafas de nuestra percepción para
empezar a ver, a sentir algo distinto.
Es
una maravillosa aventura, podrá parecernos a veces que algo tan
bello pueda parecernos un infierno y para algunos realmente lo es, no
me excluyo para nada de esa experiencia pero precisamente por haber
estado en esas experiencias es que puedo imaginar que todo se trata
de algo no real pero si con un propósito y que todo está diseñado
para nuestro bien siempre. Dentro de nuestro corazón vive algo tan
hermoso, que si miráramos un poco más hacía dentro y un poco menos
hacía fuera podríamos ser capaces de sentirlo, pero como digo todo
está amorosamente permitido por cuanto tiempo queramos estar
empeñados en experimentar la dualidad.
Reconociendo
este mundo dual, como un mundo ilusorio, como un mundo donde poder
recordar el Amor que somos, mediante infinitas experiencias,
experiencia es = a sabiduría, por muy poco que queramos seguir
avanzando siempre la vida va a traernos principalmente porque
nosotros mismos la reclamamos de forma inconsciente, va a traernos
aquello que es perfecto para que podamos seguir avanzando e ir
acumulando más luz en nuestro interior con todas y cada una de las
experiencias que se nos regala cada día. Todo está maravillosamente
diseñado para que ningún alma, ningún ser pueda perderse nunca,
entretenerse todo lo que quiera pero nunca perderse, Dios es
demasiado ingenioso para que eso llegara a ocurrir. Él nos deja, a
la vez que disfruta con nuestras formas de seguir queriendo ser por
tanto tiempo seres dormidos, seres no conscientes de la hermosa
realidad que sí es experimentar la unidad con Él, con todos, debe
disfrutar un montón con nuestras torpes formas de querer seguir
siendo seres inconscientes, disfruta porque no hay pérdida ni
siquiera de tiempo, porque el tiempo tampoco es real.
Hacernos
conscientes de que nuestro mundo es nuestro, de que nosotros somos
los únicos responsables de lo que nos ocurre, principalmente porque
con nuestro pensamiento y nuestro sentimiento pero sobre todo con
nuestras palabras damos permiso al Universo, a la Vida, a Dios, al
Dios de nuestro corazón para que nos traiga todo aquello que no
somos capaces de entender, de perdonar, de aceptar, de olvidar, de
abrazar, para que con esas experiencias que nos llegan cada día si
pueda ocurrir el maravilloso milagro de que podamos transformar todo
eso que se nos resiste, en Amor, en luz, en algo mucho más hermoso
de lo que en esos momentos estamos percibiendo como real.
Es
todo un maravilloso juego pero visto, sentido, percibido desde la
inconsciencia se hace algo sin sentido, algo que nos causa
sufrimiento, algo que nos impide poner a Dios a trabajar desde
nuestro corazón siendo ese Amor incondicional en Acción el que se
manifieste aquí y ahora, desde luego nos estamos perdiendo algo
mucho más hermoso, mucho más maravilloso que la vida vivida desde
la ilusión, en verdad ella es hermosa pero nada comparado con
nuestro destino final. Nuestro destino es poner de manifiesto todo lo
que somos, todo el Amor que llevamos dentro, cuanto nos cueste será
el camino hacía el Amor que nos quede por recorrer, haciéndolo sin
miedo ya que la esperanza viaja como inseparable compañera .
Amor
Incondicional en Acción.
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