Aceptar
aquello que la vida nos trae en cada momento presente como algo muy
sagrado y perfecto es lo mejor que podemos hacer para seguir
evolucionando, creciendo o recordando, como a cada uno le venga bien
llamarlo. Atendiendo eso que la vida nos acerca en cada momento como
si no existiera nada más importante para nosotros que aquello, ya que
en realidad no hay nada mas importante, podrá parecernos que es esa
o tal cosa, pero en realidad no lo hay, ser incapaces de verlo es lo
que nos causa sufrimiento.
Atender
otra cosa distinta pensando que nosotros sabemos más que la propia
vida es lo que nos hace dar vueltas sin sentido.
Empezar
a ver la magia y la sabiduría de la vida en cada momento presente
nos liberaría de la opresión y de la tiranía de la mente que lo
somete todo a juicio, pensar que nosotros sabemos más que la vida es
estar anclados en la ilusión, es vivir en un sueño muy profundo.
Si
no somos capaces de ver eso, la vida aunque es eternamente mágica
se vera obligada a presentarnos esa cosa, esa lección, esa sabiduría
envuelta en experiencia, una y otra vez hasta que seamos capaces de
verlo y entonces poder atenderlo poniendo toda nuestra atención,
toda nuestra disposición en ver que es aquello que la vida quiere
regalarnos.
Poner
toda nuestra atención en ello es empezar a ver que aquello que la
vida se empeña en traer a nuestro presente quizás se trate de algo
hermoso, es darle a la vida la oportunidad de poder ofrecernos ese
regalo y a la vez es aceptar que quizás uno mismo es merecedor de
esa luz hecha experiencia, ya que la vida está tan empeñada en que
vivamos eso que nos esta trayendo.
Y
quizás con esa luz podamos llegar a recordar que nosotros mismos
junto con nuestros Ángeles diseñamos el plan perfecto y sagrado
para nuestra vida; nosotros mismos dispusimos, -si me olvido de esto,
tendré esta experiencia que me hará recordar esto o aquello, y si
no lo consigo y me es muy dificultoso en esos momentos quizás pueda
dejarlo para un poco mas tarde pero no demasiado ya que ello
retrasaría enormemente mi avance-, con lo cual si llegamos a traer a
nuestro recuerdo algo tan hermoso como eso sabremos que nosotros
somos los únicos responsables de lo que la vida nos esta ofreciendo
en cada momento presente.
Aceptando
la responsabilidad que tenemos ante nuestro plan empezaremos a ver
cuan mágico es todo nuestro diseño.
Atender
lo que nosotros mismos hemos creado para nosotros sera como atender
nuestro jardín, nuestro jardín lo atenderíamos con infinito amor,
con gozo, con plenitud, disfrutando a cada momento de cualquier acto
que hiciéramos con el propósito de que luciera mas bonito, pues para
nuestra vida se diría que podría ser lo mismo. Si estamos en ella
es porque así lo decidimos, decidimos que nos ocuparíamos cada uno
de crear un hermoso paraíso aquí en un cachito de la Madre Tierra.
Cómo
vamos hacer ese trabajo si no somos capaces de atender ese plan que
dispusimos que seria nuestro camino para lograrlo.
Por
algún lado hay que empezar a recordar, tanto da que lo hagamos de un
modo u otro, lo importante es hacernos cargo de lo que es nuestro, "y
es nuestro, nuestra creación," la vida tiene la infinita gracia de
que nos pone al día, ya estemos conscientes o dormidos, ella nos
pone delante lo que nos corresponde, no voy a entrar en detalle de que
es lo que nos corresponde, para eso esta ella, con su magia, con su
hermosura, tengo que confesarme una enamorada de la vida, quizás por
eso no importó cuánto y el grado de sufrimiento que alcance con mi
enfermedad para llegar a ver cuan mágica y hermosa era, "es", no
importo para nada excepto para darme cuenta a tiempo de todo eso que
me había estado perdiendo mientras no fui capaz de ver algo distinto
a lo que me estaba haciendo sufrir.
Me
hacia sufrir enormemente no ser capaz de ver mi responsabilidad para
con mi vida, mi enfermedad como camino, el olvido de mi ser.
Empezar
a hacerme cargo de recuperar ese recuerdo me devolvió la capacidad
de hacerme cargo de mi propia creación, y cómo se puede hacer una
cargo de ello sino es atendiendo todo aquello que la vida nos va
trayendo a cada momento.
Con
ello descansas en la confianza de que todo esta bien, de que todo es
correcto y perfecto, de que ella no va a presentarte algo que no te
pertenezca, o que le pertenezca a otro.
Con
un corazón totalmente abierto a la vida no puedes sino hacer que
amarla, respetarla, aceptarla, fluir con ella ya que ampara la plena
confianza de que todo es perfectamente mágico, perfectamente amoroso,
perfectamente justo e infinitamente eterno. Con ello también pierdes
el miedo, cómo vas a tener miedo viendo toda es magnitud, eso es
imposible, y sin miedo caminas al mismo paso que ella, te dejas
llevar por ella incluso aunque a veces te pierdas por no saber
entender que es eso que te está presentando, pero tu confianza en
ella es tan grande que sabes que pasado el tiempo sabrás ver el
porque de todo, así que sigues fluyendo y atendiendo eso que ella en
su infinita sabiduría te trae.
Enfrentar
todo eso que ella nos trae en cada presente es como cuando te
arrodillas ante Dios y dices aquí estoy Padre hágase en mi tu
voluntad, no hay nada en la vida que no sea Dios, con lo cual no
encuentro una forma mas sagrada y plena de entregarme a su voluntad
que atendiendo lo que esa maravilla de vida me pone delante, ella es
tan mágica y sagrada como lo es El, El es toda la creación y mucho
mas allá de la creación.
Amor Incondicional en Acción
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