BENDICIENDO, AMANDO A TODOS LOS NIÑOS ( A MI NIÑA INTERNA )
Bendigo a todos/as las niñas que por el motivo que sea dejan de tener infancia, los bendigo a todos.
Bendigo a mi niña interior ya que las circunstancias hicieron que tuviera que hacerse grande antes de tiempo (aunque así debió estar establecido) bendigo esas circunstancias o elecciones que la hicieron madurar.
Bendigo
a todos los niños que lloran por el motivo que sea, ellos con sus
lágrimas lavan las injusticias de este mundo y con ello no digo que
el mundo es injusto, el mundo es como es, somos nosotros los que lo
hacemos parecer injusto con nuestros actos.
Bendigo a mi niña interna llorona, lo de llorona lo digo con muchísimo cariño hacía mi misma ya que mi mamá me contaba que me escuchaban los trabajadores de las cercanías y que se interesaban por mi (sólo quería mimos).
Bendigo mi inocencia y la inocencia de todos los niños sobre todo de aquellos a quienes se las arrancan de golpe, mi amor y bendición para ellos.
Bendigo el primer dolor y la primera decepción que sufrió mi niña interior, bendiciones, bendiciones para todos los niños y niñas heridos, esas heridas nos impulsan en nuestro crecimiento interior, ese es el propósito aunque no siempre lo usemos para nuestro bien.
Bendigo a todos los niños que juegan y a los que no pueden jugar los bendigo más aún, qué bellas y valientes almas las suyas que se privan de esos juegos tan necesarios en nuestro crecimiento y casi siempre lo hacen para ayudar o cuidar a otros.
Bendigo a mi niña traviesa que siempre trepaba a lo alto, qué lejos quedó ella la de aquel tiempo y que cercana la siento dentro de mi, bendigo todas sus travesuras con sus consecuencias.
Bendigo
a todos los niños que están en peligro, los bendigo y se los
encargo especialmente a sus Ángeles de la Guarda para que los cuiden
y los protejan y si les tiene que pasar algo porque está en sus
caminos, que siempre tengan a alguien que los proteja como me pasó a
mi. Vivimos la experiencia porque la experiencia es sagrada y hay que
vivir-la, pero que siempre a ser posible aparezca su salvador.
Bendigo a mi niña interna que quiso pasar por la experiencia de la casi muerte queriendo atrapar una ranita se zambulló al agua y que la salvó su papá, su querido héroe favorito, gracias tesoro bendito.
Bendigo a todos los niños y sus propósitos de almas, crecer hay que crecer y raspones nos llevamos siempre y eso lleva su tiempo en sanar, los bendigo infinito para que puedan hacerlo de la mejor forma posible.
Bendigo
mi nacimiento, mi infancia y sus heridas sin las cuales no me hubiera
fortalecido, para poder dar lo mejor de mi, las bendigo todas.
Te amo pequeña, te abrazo, te lleno de besos y nunca, nunca estás sola, ya que mi ser, tu ser, nuestro ser nos ayudan a sanar y crecer, amén de todos los seres de luz que nos acompañan siempre.
Te amo, te cuido para que esas heridas a medida que salgan y me vaya haciendo consciente de ellas entre las dos las sanemos con mucho amor y comprensión.
Con la comprensión de que no podía ser de otro modo ya que estaban ahí como aprendizaje, comprendiendo eso y viendo el regalo que es, no podemos sino dar las gracias con amor y bendecir cada situación.
¡Bendiciones!!!